Esto no ha gustado en Bruselas, y la Comisión Europea ha amenazada a Apple varias veces con multarla si lo seguía haciendo, y parece que esas amenazas han tenido dado su fruto.

En 2014, Apple pagó 3,8 millones de euros en concepto de Impuesto de Sociedades. En 2015, Apple Marketing Iberia, y Apple Retail Spain (las dos filiales en nuestro país, facturando la segunda el 90% del total de Apple en España) pagaron un total de 6,5 millones de euros en concepto de impuesto de sociedades, lo que supone un 70% más con respecto al mismo periodo en el año anterior, envuelto en una sombra de dudas por futuras multas.

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Antes de echar campanas al vuelo, este aumento es también debido a que Apple ha vendido, facturado, y ganado más durante el año pasado. En concreto, han ingresado 331 millones de euros en España, lo que supone un 40% más que en 2014. Todo ello a pesar de que no han aumentado el número de tiendas (en la actualidad tienen 11 oficiales en nuestro país), y a que están perdiendo cuota de mercado con respecto a Android en nuestro país.

Los beneficios después de impuestos también han aumentado, pasando a ser de 7,8 millones de euros, frente a los 5,2 millones de euros de 2014, y a los 4,8 millones de 2013.

En total, Apple ha tributado a efectos prácticos un 2% de sus ingresos en nuestro país, frente al 28% al que estaba el Impuesto de Sociedades en 2015 (25% en 2016) y que tendría que pagar en realidad, pasando de los 6,5 millones de euros que ha pagado, a 92,68 millones de euros. En Irlanda, el impuesto de sociedades es del 12.5%, razón por la cual la matriz europea de Apple, Apple Retail Holding, tiene allí su sede europea.

La Comisión Europea, investigando la situación

Desde Bruselas llevan investigando estas prácticas desde 2014, tanto de Apple como de otras empresas tecnológicas norteamericanas como Google.

La Comisión Europea está a la espera de tomar una decisión y obligar a Apple a pagar, según ha calculado Bloomberg, 7.100 millones de euros en concepto de impuestos atrasados, por lo que las técnicas de ingeniería fiscal que aplica en la actualidad podrían servirle de poco.

 

Fuente: ElEconomista | adslzone