El hecho en concreto es que hace dos años, un cliente adquirió en una de las tiendas de la popular cadena un disco duro que a pesar de que se le fue vendido como un producto nuevo, resultó que había sido usado previamente. Pero lo grave del caso, no es que el producto hubiera sido utilizado previamente, que ya supone un hecho importante, y es que posteriormente descubrió que contenía información guardada en el disco.

discoWorten.jpg

Esta información se correspondía con los datos personales y profesionales de varios empleados de la cadena, concretamente, de los empleados de la tienda Worten en Sevilla y que casualmente cerró en 2015. El hecho, llegó hasta la AEPD o Agencia Española de Protección de Datos, ya que se trata de una infracción que va en contra de la privacidad y la protección de datos de esas personas y cuyo responsable era la propia empresa, puesto que había sido el departamento de recursos humanos el que había hecho uso de ese disco duro para guardar dicha información.

Un producto, que después de haber sido usado y del que no se habían borrado los datos personales almacenados en él, llego a manos de un cliente, que vió como al conectar el disco a su ordenador, contaba con todos estos datos de los empleados de Worten.

Pues bien, la sentencia por este grave incidente, que Worten España apunta como un error humano, ha llegado ahora tres años después y es cuando la cadena debe afrontar el pago de 10.000 euros que han sido impuestos por la Agencia Española de Protección de Datos al considerarlo una infracción grave.

Desde Worten España han querido confirmar que aceptan la resolución de la AEPD a la vez que han aprovechado para volver a decir que fue un hecho aislado provocado por un error humano y que desde la compañía están aplicando el protocolo interno definido para el manejo de datos que garantiza la protección de la LOPD.

De cualquier forma, no hay excusas, y lo cierto es que en su día Worten vendió a un cliente un disco duro que además de estar usado, que ya supone una importante infracción, contenía datos personales y profesionales de los empleados de la tienda.

 

Fuente: El Economista | adslzone