Está previsto que las ventas de ordenadores caigan un 7,3% durante el año 2016 según nos cuenta IDC (International Data Corporation) en su última publicación. Las previsiones hablan también de que será algo que seguir de forma progresiva en 2017 y que se estabilizará para el año 2018. Sin embargo, las previsiones para 2016 están siendo peores en realidad que las esperadas. En el primer trimestre del año cayeron un 12,5% con muchos factores en contra de este mercado.
Desde IDC apuntan que la ralentización en las ventas de smartphones y tabletas, estables después de varios años de crecimiento, podrían habrían tenido un efecto positivo en el mercado de los ordenadores al reducir la presión sobre las ventas. Sin embargo, esto no se ha producido y desde la consultora parecen tener “un culpable”: la actualización gratuita a Windows 10
Actualización gratuita a Windows 10 manteniendo el mismo hardware
La decisión de Microsoft de permitir actualizar de forma gratuita a Windows 10 desde Windows 7 y Windows 8.1 hasta el próximo 29 de julio no parece estar estimulando las ventas de ordenadores. El alto grado de compatibilidad del nuevo sistema operativo con ordenadores más antiguos, hace que los usuarios decidan actualizar a Windows 10 sin pagar ni un duro sin cambiar el ordenador.
Hasta ahora, la llegada de un nuevo Windows suponía un importante estímulo para las ventas de ordenadores. Nuevo sistema operativo junto a mayores requisitos técnicos para funcionar eran la combinación perfecta para desatar las ventas. Esto ha venido sucediendo de forma sistemática con cada gran lanzamiento de Microsoft pero el cambio de política con Windows 10 no ha favorecido a los fabricantes.
Además, en algunos mercado clave, como el de Estados Unidos, hay un nuevo competidor inesperado que se está alzando con muchas ventas. Los Chromebook de Google han empezado a convencer a los usuarios por su bajo coste. Sus posibilidades no son tan amplias como las de un PC con Windows pero para el usuario “de a pie” son más que suficientes.
