Europa se ha marcado como objetivo prioritario el frenar las prohibiciones de servicios de economía compartida con los coches de Uber o las casas de Airbnb como principales exponentes de un mercado en alza. Las nuevas directrices que se aprobarán mañana y que algunos medios ya han podido ver en detalle, se indica que las restricciones aplicadas contra estas plataformas deben estar debidamente justificadas y ser proporcionales con el interés general de los ciudadanos.

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Una parte del documento deja claro que las prohibiciones totales son el último mecanismo a aplicar donde no existe otra alternativa y estas atentan contra el interés de los ciudadanos. Es decir, mucho antes se deben explorar medidas legales para hacer compatibles estas nuevas actividades con las actuales sin perjudicar ni a unos ni a otros.

En el caso de Airbnb, el servicio de alquiler de habitaciones, el documento explica que la prohibición total de esta plataforma es muy complicada de justificar y que sería más aconsejable algo como la restricción del número de noches que una persona puede alquilar o medidas similares.

Uber también debería salir beneficiada de estas nuevas directrices aunque una sentencia del alto tribunal europeo a finales de este año decidirá si se trata de un servicio digital o una compañía de transporte, lo que hará que tenga más o menos obligaciones regulatorias y legales.

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La Unión Europea también estaría investigando las prácticas puestas en marcha en países como España contra Uber después de tener que salir del mercado en 2014 tras una orden judicial y haber vuelto a estar en activo hace algunos meses pero con nuevas normas algo más restrictivas.

Habrá que ver la reacción de los sectores del taxi o la hostelería a la nueva regulación de la Comisión Europea que pondrá el foco sobre las prohibiciones totales de los Gobiernos en los servicios de economía colaborativa.

 

Fuente: venturebeat | adslzone