La tecnología sigue derribando muros y en concreto la industria del automóvil está viviendo una auténtica revolución con la llegada de coches conectados, nuevos motores eléctricos y ordenadores más inteligentes para convertir a tu vehículo en un gadget más. Sin duda una de las funciones que más tiempo lleva en desarrollo es la de controlar más aspectos gracias al potencial de dispositivos móviles o wearable y los coches Tesla han dado un paso más con la aplicación Band for Tesla.
Mediante este software podremos comenzar a emular al bueno de Michael, controlando un Tesla Model S gracias a la pulsera inteligente Microsoft Band o Band 2. Aunque todavía falta un tiempo para que podamos conducir desde nuestra muñeca, sí que tenemos a nuestra disposición funciones como el encendido del motor, la apertura y cierre de puertas, encender o apagar las luces o incluso utilizar la bocina del coche.
Controla tu Tesla desde la Microsoft Band
Gracias a la pulsera inteligente de la compañía de Redmond podremos acceder mediante la app Band for Tesla a información relativa al estado actual del vehículo. Destacará especialmente el dato acerca del estado de carga y cuánto tiempo falta para finalizar este proceso, algo ideal si hemos dejado el coche en una estación y nos hemos alejado mientras se completa la carga.
Además también podremos conocer información adicional aunque con menos utilidad como saber qué temperatura hace en el interior de la cabina o incluso la velocidad a la que circula el vehículo, aunque esto es algo que también puede ver apreciarse a simple vista en el propio cuadro de mandos del Tesla S. Lo bueno es que a pesar de ejecutarse en segundo plano, el uso de esta app no afectará significativamente a la batería del wearable.
Por ahora la opción está disponible únicamente a los usuarios que se han hecho con un Tesla Model S, pero no se descarta que estas funciones puedan llegar a futuros modelos de la marca. en España la cosa irá para largo ya que por ahora solo hay registrada una treintena de coches de la marca Tesla y dado el gran volumen de demanda en todo el mundo, es posible que el desembarco a gran escala se demore hasta bien entrado el 2017 o el 2018.
