El FBI ha dado un giro, en una semana, a la imagen de los usuarios sobre la seguridad de los dispositivos de Apple.

Discutir, o no, si Android es más seguro o iOS es más seguro no es la cuestión, porque en una situación normal el grueso de los usuarios no se plantea los riesgos de un sofware vulnerable. Sencillamente, es un concepto que está fuera del pensamiento de cualquier comprador medio cuando valora un desembolso por una u otra marca, y uno u otro sistema operativo móvil. Es más, un repaso técnico sobre iOS y Android podría -probablemente- determinar todo lo contrario, pero lo que el FBI ha conseguido es que los usuarios duden de la seguridad de Apple.

Es decir, de ser un concepto que ni siquiera se planteabapor lo general-, las constantes noticias del FBI y la vulneración del iPhone del terrorista de San Bernardino han conseguido poner a Apple en el punto de mira. Porque estas noticias no se han quedado en los titulares de la prensa especializada en tecnología y smartphones, sino que han llegado a todo el mundo, y por todas partes. Y sí, las redes sociales han ayudado a que durante más tiempo del deseable para su directiva, el nombre de Apple haya aparecido de forma constante asociado a problemas de seguridad.

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Ahora a todo el mundo le importa la seguridad, y Apple tenía que responder

El usuario medio no conoce las entrañas de un sistema operativo, y cómo sus líneas de código están diseñadas, o no, para evitar el robo de información privada. Como comentaba, es un concepto que a priori no se plantea, pero que sí interesa cuando se descubre un riesgo importante para el grueso de los usuarios. Y precisamente porque eso ha ocurrido, y se ha visto cómo el FBI se ha saltado su seguridad, ahora los usuarios están interesados en saber hasta qué punto es vulnerable su dispositivo, y si igual que el FBI lo ha hecho, en nuestro país –por ejemplo-, lo podrían hacer los organismos competentes. Apple ha tenido que demostrar algo que, hasta ahora, se daba por hecho.

En una conferencia durante el viernes, Apple ha explicado cómo está diseñado su software, y cómo es en materia de seguridad su relación con el hardware, para recuperar la confianza de los usuarios y tratar de convencer a medio mundo de que sus móviles son seguros. Pero evidentemente estas explicaciones no han tenido la misma repercusión y alcance que las noticias sobre la vulneración de sus iPhone por parte del FBI, y probablemente no alcanzarán este alcance en ningún momento. Y evidentemente, que el FBI haya dejado en evidencia a Apple, que durante varios días se ganó al mercado -e incluso a su competencia, que se sumó- negándose a desbloquear el iPhone de un terrorista en pro de la privacidad de sus clientes, les va a salir caro. El mismo viernes, el valor de sus acciones volvía a bajar.

 

Fuente: adslzone