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La firma de Cupertino registró su máximo histórico en Bolsa durante el pasado año 2015, poco después de la presentación de los nuevos iPhone 6s, y tras haber superado la típica caída del precio de sus acciones nada más concluir la keynote con la que llegó también el iPad Pro de 12,9 pulgadas. Y sólo unos meses después, las acciones han perdido un 20% de su valor –aproximadamente- y Apple se ha dejado 100.000 millones de capitalización desde aquel máximo donde alcanzó los 700.000 millones. Lo último han sido el iPhone SE y el iPad Pro de 9,7 pulgadas que de momento no están funcionando como esperaban los dirigentes de la compañía. Parece que la estrategia responde a la improvisación y es que es la primera vez que la tecnológica cambia su ciclo de lanzamientos con sus teléfonos.

Una nueva Apple en hardware y software. ¿Qué piensa el mercado?

Los accionistas de la cofundada por Steve Jobs han retirado la confianza que llevó a Apple a un máximo histórico en Bolsa hace solo unos meses por varios motivos. Tanto el Apple Watch como sus nuevos iPhones, así como los movimientos más recientes con iOS han desencadenado ciertos problemas para la firma de Cupertino, pero las previsiones respecto a futuros lanzamientos son otro factor clave que está poniendo peso sobre la espalda de una Apple que está cambiando sus hábitos. Los analistas piensan que la compañía ha tocado techo y eso es algo que castiga claramente las acciones.

Este año, como se puede apreciar en la gráfica que sigue a continuación, el más vendido es el iPhone 6 que supera en cuota de mercado a los nuevos dispositivos iPhone 6s y iPhone 6s Plus. Incluso el iPhone 5s goza de datos más positivos que la última generación, entre otros motivos por una subida de precios que no sólo no se esperaba, sino que además ha puesto a los terminales de Apple muy por encima de sus competidores como el Samsung Galaxy S7, o mucho más aún frente a alternativas como el Xiaomi Mi 5. Y el iPhone 6s Plus es el más perjudicado; la ‘sorpresa’ de un phablet con el logo de la manzana mordida a la espalda se ha agotado, y el segundo intento de Apple en este segmento se ha visto lastrado en ventas por una sencilla razón: un diseño obsoleto  y ausencia de una tecnología puntera más allá del 3D Touch que atraiga a los usuarios.

Aunque la propuesta de un terminal de 5,5 pulgadas de pantalla encaja con las especificaciones de sus competidores, y con la demanda del mercado, el problema es que con estas especificaciones el iPhone 6s Plus es el más grande por unos biseles excesivamente amplios y el más caro con amplia diferencia a pesar de mantener, por ejemplo, una pantalla Full HD frente a alternativas más económicas con paneles OLED y QHD, a lo que se espera que Apple se sume el año que viene -los OLED, la resolución QHD no-. Ahora bien, todo esto no deja de ser exactamente lo mismo que hemos visto desde 2010-2011 con el salto del iPhone 4 a iPhone 4s. Es decir, la estrategia de la ‘s’, que consiste en introducir nuevo hardware en un diseño casi idéntico.

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Lo que sí ha cambiado es retomar un equipo de hace tres años, con el mismo diseño, y aplicar la estrategia de la ‘s’, una evolución de iPhone 5s a iPhone SE en una apuesta por las 4 pulgadas que por su simple denominación se duda si tendrá continuidad, y de antemano se conoce que tendrá un ciclo de vida más corto por la no implementación de la tecnología 3D Touch, la gran apuesta de Apple en su generación más reciente, y casi un requisito en iOS 10 según las filtraciones y previsiones. Ahora bien, es el iPhone baratopara los estadounidenses- y para Apple es más económico aún, puesto que se han mantenido el Touch ID, la pantalla o la cámara frontal de hace 3 años, un conjunto obsoleto.

Suben casi todos los precios del catálogo de Apple

Poco a poco, tanto los MacBook como los iPhone han subido de precio. Este cambio ha sido notable en Europa, y además ha coincidido con otro nuevo movimiento de Apple, la ‘estrategia de los gigas’. Un error si se revisamos que Apple parte desde los 16 GB incluso para los teléfonos inteligentes de 859 euros, como es el caso del iPhone 6s Plus, y a pesar de que su rival más directo ofrece el doble de memoria y, además, la posibilidad de insertar una tarjeta micro SD de 200 GB. Una de 32 GB, por ejemplo, cuesta apenas 10 euros. Pero de esta forma, Apple lleva ya varios años consiguiendo que el ‘desde X euros’ funcione como una llamada hacia su catálogo, aunque después los usuarios tengan que gastar 100 euros más para comprar un dispositivo móvil realmente útil, por su capacidad de almacenamiento interno. Y el único que ha bajado de precio es el Apple Watch, del que además no se conoce una sola cifra de ventas. Pocas veces la firma ha bajado el precio de un dispositivo nuevo lo cual denota que está siendo un fracaso tal como apuntan diversos analistas.

Los problemas de software

Una de las claves de la firma de Cupertino, donde los expertos históricamente han reconocido que la firma de la manzana mordida marcaba la diferencia frente a sus competidores, es en la relación hardware – software. Es lo que permite que se sigan manteniendo procesadores de doble núcleo cuando la competencia apuesta por hasta ocho ‘cores’. Sin embargo, aquí también está pasando algo con Apple.

En los lanzamientos más recientes de software, en dispositivos móviles, se ha apostado por las betas públicas para no contar únicamente con los desarrolladores como betatesters, sino también con cualquier otro usuario de iPhone y iPad. En un segundo ciclo de desarrollo, Apple abre la descarga de estas versiones de pruebas para adelantar sus últimas novedades y, por otra parte, contar con una mayor seguridad antes del lanzamiento final. Y sin embargo, con iOS 9.3 se han producido problemas que nunca antes se habían dado en la historia de Apple. Problemas de activación de iPhone y iPad" target="_blank">activación de iPhone y iPad y otro contratiempo con los enlaces. ¿Qué pensarán los fans de la firma que han tenido el teléfono seis días con errores graves de funcionamiento?

El futuro de Apple no convence

Y mientras la situación actual de la firma de Cupertino, tanto en hardware como en software no está dando la mayor confianza a los accionistas de la firma, el mayor problema que se plantea es el futuro incierto en próximos lanzamientos. Rompiendo sus esquemas, Apple ha llegado tarde a los relojes inteligentes y el Apple Watch no ha sido el éxito que se esperaba; el histórico éxito de los iPod se ha extinguido a estas alturas; el fracaso del iPhone 5c aún no se ha olvidado; llegaron tarde también a los phablet, y ahora parece que se han quedado sin ideas.

Con respecto a este último punto, no sólo se ha abandonado el resquicio de innovación de la firma de Cupertino en términos de diseño relanzando el iPhone 5s de hace tres años con hardware actualizado, sino que los analistas prevén que Apple retome el diseño del iPhone 4 para su iPhone 7. A todo esto hay que sumar una competencia cada vez más agresiva e innovadora. De momento, Samsung y sus pantallas curvas están empezando a cuajar entre los usuarios más exigentes. Lo que está claro es que el próximo mes de septiembre, Apple se la juega.

 

Fuente: adslzone