‘¿Te gusta conducir?’, este es el eslogan que BMW ha estado utilizando para convencernos de que los suyos son los mejores vehículos para conductores. Ese es el target, el cliente potencial: alguien que disfruta conduciendo. Y ahora, siguiendo con el ejemplo del fabricante bávaro, cuando están cumpliendo cien años plantean un futurista modelo autónomo que, si siguen el calendario de sus competidores, se hará realidad en 2020. Al menos, lo que refiere a los modos de ‘conducción’ autónoma.

Conducción autónoma: Qué, cómo, cuándo, por qué y quién

Los fabricantes de automóviles proponen el control autónomo de la conducción mediante diferentes sensores que, aunque no nos hayamos fijado, ya estaban en el coche midiendo las distancias con respecto a los objetos de nuestro entorno, por ejemplo, durante el aparcamiento. Los mismos sensores que ya llevamos años utilizando para evitar colisiones por el ángulo muerto. Pero ahora, sin embargo, controlados por un navegador GPS y, a fin de cuentas, un ordenador capaz de gestionar toda la información que recogen estos sensores, y además convertirlo en decisiones automáticas basadas en algo muy similar a la inteligencia artificial.

Hasta ahí, bien, y por el momento el grueso del mercado lo ofrecerá en 2020, aunque algunos como Tesla ya han llevado la batuta de estos avances con Autopilot. Y el por qué, como ha marcado Volvo, tiene que ver entre otras muchas cosas con reducir las víctimas mortales a, ojo el compromiso, ninguna. Pero claro, también tiene que ver el ofrecer al ‘conductor’ la posibilidad de viajar o sencillamente transportarse en su propio vehículo como pasajero, lo que supone optimizar tiempos y, a fin de cuentas, aumentar la productividad. Sobre el papel, algo estupendo.

¿Qué pasará con los conductores que disfrutan de ello?

Para los que utilizan el coche como medio de transporte, fantástico. Esto de que se conduzca solo supone poder aprovechar un viaje de seis horas Madrid – Barcelona, por ejemplo, en cosas mucho más productivas que estar al volante. Pero, ¿qué hay de los que disfrutan conduciendo? ¿dejarán de existir los volantes? Sin duda, y retomando de nuevo el BMW Vision Next 100 recientemente presentado (el de la fotografía), esto chocaría de lleno con el eslogan de su fabricante.

No. No van a desaparecer los volantes, ni la conducción humana. Las pretensiones de la mayoría de las marcas que se han mencionado al respecto pasan por la coexistencia en la carretera de vehículos conducidos por ‘la máquina’ y vehículos conducidos por los seres humanos. Así, tanto Volvo como BMW -entre otros-, ya han mostrado algunos prototipos de vehículos autónomos con interior adaptable en función del modo de conducción. Lo que quiere decir que si conduces, tendrás un puesto de conducción como los de ahora, pero si el coche se conduce por sí solo entonces tendrás un habitáculo adaptado al confort y con mayor espacio, además de elementos de infoentretenimiento que, por el momento, parecen de ciencia-ficción.

No es el único ‘conflicto’ de los coches autónomos

Llegados al punto de la coexistencia, esto también choca con las pretensiones de Volvo. Actualmente las víctimas en carretera se deben, en un 10%, a problemas técnicos que no todos ellos tienen que ver con los propios vehículos sino también con el estado de las vías. La cuestión es que la conducción autónoma, al menos desde el punto planteado por el fabricante sueco Volvo, tiene como pretensión eliminar las víctimas mortales y los accidentes. Pero claro, si se van a mantener los conductores humanos, entonces, ¿cómo afronta un coche autónomo los errores de un vehículo conducido por un humano?

Sencillamente, la ‘máquina’ debe ser prudente. Más prudente que el ser humano. Y es algo que sí ha planteado Google con un sistema que alerta a los peatones de que está ahí, justo al lado de un paso de cebra, y las personas que vayan a cruzar deben extremar la precaución. Y sí, aún así seguirá estando el semáforo, pero si todo esto falla el coche autónomo de Google va a seguir encargándose de frenar aunque no corresponda según la señalización, siempre que el peatón esté expuesto al riesgo de atropello por la trayectoria del vehículo de Google.

 

Fuente: adslzone