Desde sus inicios esta compañía ha generado mucha controversia y ha recibido un buen número de quejas y denuncias especialmente desde el sector del transporte público, como es lógico. A pesar de todo ello, Uber ha conseguido hacerse poco a poco un hueco en el mercado y en la actualidad ya opera en más de 300 ciudades en todo el mundo. Para poder aspirar a convertirse en un conductor de Uber, este debe disponer de una licencia de vehículo con conductor, también conocida como VTC. Con esto se intenta evitar que cualquier particular pueda de manera «ilícita» transportar clientes en nombre de Uber.

Como no podía ser de otro modo y para que el servicio que ofrece esta compañía sea lo más seguro posible, la firma pone un especial cuidado en la elección de sus conductores, ya que si estos no se comportan de manera correcta cuando están llevando a un cliente, este quedará insatisfecho, algo que se reflejará directamente en la imagen corporativa de Uber.

Por esta razón, uno de los apartados donde se pone una especial atención es en el de la valoración que los clientes deben realizar del conductor que les ha prestado el servicio de transporte una vez este haya finalizado. De este modo la compañía conoce si su comportamiento es el adecuado al volante en lo que se refiere, por ejemplo, a la velocidad, brusquedad, etc.; principales causas, entre otras, de los accidentes de tráfico. Sin embargo Uber es consciente de que los clientes no siempre son del todo sinceros a la hora de asignar estrellas al conductor, ya que puede mentir con el fin de perjudicar a este por razones que no tienen nada que ver con la conducción.

Por esta razón la propia firma está comenzando a utilizar un sistema por medio del cuál podrá controlar tanto el comportamiento de los conductores a la hora de prestar el servicio de transporte, como a los clientes para saber si están siendo sinceros en sus valoraciones. Este sistema se basa en utilizar los sensores que suelen integrar los terminales móviles, es decir, acelerómetros y girómetros, además del GPS, para detectar la velocidad a la circulan, los cambios bruscos de dirección, los frenazos, etc. De momento y a modo de prueba esto se está llevando a cabo en la ciudad norteamericana de Houston desde hace unas semanas, aunque en poco tiempo se hará extensible al resto del globo.

Con este tipo de medidas Uber pretende ir dando un servicio cada vez más fiable y seguro a sus clientes y que la confianza en la compañía vaya creciendo con el paso del tiempo, aunque su objetivo final se centra en los coches autónomos, algo en lo que ya está trabajando.

¿Os parecen acertados este tipo de controles por parte de Uber?

 

Fuente: adslzone