“Se van a acabar”, dicen respecto a los combustibles fósiles que mueven nuestros vehículos actuales. “Hay que acabar con el cambio climático”, y se aplican normativas cada vez más restrictivas en el campo de las emisiones contaminantes. Mientras tanto, tenemos un pronóstico de unos 20-30 años de vida para los combustibles actuales, una serie de empresas que traicionan la confianza del consumidor, y distintos organismos que presionan a la industria del automóvil moviéndonos hacia motores tricilíndricos, cajas de cambios de muchas velocidades, ‘neumáticos sobre-inflados’ y trucos muy feos.

La gran pregunta: ¿qué está pasando realmente?

Hay muchas voces en esta polémica, bautizada desde las primeras horas como el ‘escándalo Volkswagen’. Las fuentes oficiales han ofrecido ya varios datos clave, completamente contrastados, que nos dicen que se ha infringido la ley en tanto que varios motores son más contaminantes de lo registrado según las pruebas que revisan este aspecto. Más óxido de nitrógeno y más dióxido de carbono de lo que señala la homologación. Quiere esto decir que Volkswagen ha pasado sus coches por las pruebas oficiales y, con una serie de triquiñuelas, ha conseguido hacer creer a la maquinaria implicada que sus coches cumplen la normativa, cuando no no es realmente cierto.

Actualmente hay dos frentes que deberían preocuparte, en caso de que seas propietario de un coche afectado. Uno solo si no tienes un coche afectado. En primer lugar, deberías saber que hablamos de sustancias nocivas para el organismo humano, luego es una cuestión relevante para todos y cada uno de los habitantes de este planeta. Y por otro lado, si tienes uno de los vehículos afectados, deberías saber que tienes detrás un fabricante con intereses económicos, y señalado por estar ‘al borde del precipicio’, en tanto que ya hay figuras influyentes y decisorias que entonan el Réquiem por Volkswagen.

Olvídate de buenos y malos

El vídeo anterior, que recibí personalmente hace varias semanas, es una potente campaña de apoyo a Volkswagen. Encubierta por una identidad de marca que reza “Want to Trust”. Para los menos anglosajones“quiero confiar”. En él, una producción de muy buena calidad, con todo tipo de planos cuidados para sensibilizar al espectador también con la música melódica que nos lleva por un recorrido de, cómo no, todo tipo de mensajes. El primer impacto, cada cual que deje su opinión en los comentarios, es precisamente ese: de acuerdo, te perdono. ¿Por qué? Porque ‘mi coche me ha acompañado desde hace 5 ó 10 años’, porque ‘mi coche ha participado de mis mejores recuerdos’, porque ‘a mi comercial le encanta que vaya a visitarle’Mentira. Tu coche no te acompaña a ningún lugar, te desplaza y está diseñado para cumplir con esa función, y no participa de absolutamente nada. Esto, señores míos, se llama personificación, y es atribuir a un objeto las cualidades humanas que no, no tiene.

Lo que hay detrás del escádalo Volkswagen es un fraude que juega con tu dinero, en tanto que es resultado de una estrategia de competencia desleal, de una patada Rossi-Márquez para echar de la carrera a quien, con las mismas armas, está jugando por convencernos. Y es un fraude que juega con tu salud, en tanto que para el beneficio de unos pocos, resta valor a la vida humana y antepone los resultados, los ingresos. Es así. Luego, ¿a quién tengo que perdonar?

La cara oculta del escándalo Volkswagen: Seat, Audi, Porsche y Skoda

Por lo general, conocemos a esta multinacional como ‘Volkswagen’, pero lo cierto es que al máximo nivel tenemos que hablar de ‘Grupo Volkswagen o Grupo VAG’, y una serie de marcas bajo la misma propiedad: Seat, Audi, Porsche y Skoda. Todas ellas actúan con mayor o menor dependencia, bajo un mismo hilo que es la marca Volkswagen. Y lo más importante es que el hilo conductor de todas estas es, precisamente, la mecánica. Quiere decir que se valen de sus propios diseñadores, por ejemplo, pero comparten una cabeza mecánica que presta a todas estas pequeñas una serie de chasis y motores, entre algunos otros componentes. Precisamente por esto, el resto de marcas también están afectadas.

Y el hecho curioso es que Audi ha denunciado a Volkswagen. Aquí no hay que añadir más comentarios.

 

Hay víctimas dentro de Volkswagen, el último eslabón

Hay un eslabón débil en Volkswagen, y dentro de cualquiera de las marcas que puedan incumplir estas pautas. Mecánicos, distribuidores, comerciales… hay miles de trabajadores ‘peón’ a los que una cabeza directiva desliza en un tablero con el dedo índice, una serie de piezas que se esfuerzan por una identidad impersonal que se llama Volkswagen, y que reúne bajo un mismo logotipo a buenos y malos. Ahora sí, en este punto, acuérdate de que Volkswagen es una marca, pero dentro de ella está Pepe el mecánico, y también trabaja Pepe el ingeniero. Uno no sabía nada, el otro pulsó el botón rojo.

Y ahora, ¿qué hago?

La cuestión en todo este escándalo Volkswagen es que el caso no se ha cerrado todavía. Señor propietario de un coche afectado, cuidado, porque las manos interesadas no se han vuelto a sus bolsillos. Ahora hay una serie de medidas ‘cierra-bocas’ como las micro-compensaciones estúpidas, los ‘disculpe usted, que yo no sabía, pero tampoco es tan grave’, y mucha prisa por cerrar la caja de Pandora que ayer parecía abierta por completo, pero resulta que es más profunda que el bolsillo de Doraemon.

Por lo tanto, paciencia y atención, porque puede darse que reciba una amistosa llamada ofreciéndole un miserable regalo personal a cambio de una firma en el contrato de ‘ojos cerrados y boca sellada’, o un ‘pit-stop’ para arreglar tu coche y el estropicio en un momento. Las asociaciones más relevantes en esta cuestión ya han adelantado que aún no vayamos al taller, que pidamos asesoramiento fiable, y que actuemos con pies de plomo.

comparativa

A dónde debemos mirar

El señor Elon Musk nos lo dijo hace tiempo, tenemos que mirar hacia los coches eléctricos. ¿Sí, o no? Los puntos objetivos nos dicen que son más limpios, en tanto que sus emisiones contaminantes son infinitamente inferiores, y que el proceso de transformación energética que concluye en la electricidad, también lo es. Hay otro aspecto a contemplar, que es el reciclaje de baterías. Sí, incluso con este punto negro, los coches eléctricos son más limpios. El problema es el que arrastramos desde hace años, y es que los precios aún están por encima de lo interesante para el particular.

El dato positivo es que los incentivos para la compra de coches nuevos con motores de combustión interna están a punto de extinguirse. El Plan PIVE 8 tiene un presupuesto restante dismunuido y los organismos implicados miran hacia el futuro, muy próximo, con la intención de subvencionar eléctricos de forma parcial. Seguiremos sin tener precios realmente interesantes por el desembolso inicial, si miramos al otro lado, pero lo cierto es que estamos hablando también de un gasto por ‘depósito’ de apenas 12 euros para una autonomía real de más de 550 kilómetros.

 

Fuente: adslzone