El mayor problema que plantean actualmente las baterías es el espacio que ocupan en el cuerpo de un terminal en relación con la carga que entregan. Una autonomía considerable supone, en muchas ocasiones, tener un terminal con un grosor correspondiente a tecnología de años atrás. Por ello, muchos fabricantes están sacrificando la autonomía en favor del diseño, mientras introducen tecnologías de carga rápida, por ejemplo, y tratan de reducir el consumo de algunos de sus componentes.

Ahora bien, SolidEnergy ha encontrado la forma de reducir una batería a la mitad de tamaño, y por tanto espacio que ocupa, manteniendo la misma carga -en mAh-. La densidad, como explican en el siguiente vídeo, se multiplica por dos al sustituir el ánodo de carbono presente en la mayoría de baterías actuales, por un ánodo fabricado con un compuesto metálico. De esta forma, como adelantábamos, se puede conseguir exactamente la misma autonomía ocupando, en el cuerpo de un terminal, la mitad de espacio dedicado para la batería.

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Los primeros teléfonos inteligentes que montarán esta tecnología, informa la compañía, se comercializarán a comienzos del próximo año 2016. No obstante, también se valdrán de la misma tecnología coches eléctricos, donde se podría experiementar sin duda una importante evolución gracias a este desarrollo. Ahora bien, la cuestión es la siguiente: Los fabricantes tendrán ahora dos opciones, siendo la primera de ellas reducir aún más el grosor de sus teléfonos inteligentes y tabletas, o bien optar por duplicar la carga de batería.

Lo más probable es que no veamos ninguno de los dos casos, sino un término medio en que los fabricantes introduzcan baterías con mayor capacidad y, al mismo tiempo, aprovechen esta tecnología para no ver perjudicado el diseño de sus equipos.

 

Fuente: AndroidAuthority | adslzone

 

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