El conflicto que conocimos a principios de mes respecto a los derechos de autor del famoso selfie que un mono se hizo a sí mismo, parece que ha llegado a su fin tras un comunicado emitido por la Oficina de Copyright de Estados Unidos. Finalmente las autoridades parece que han reaccionado a la oleada de popularidad que levantó esta noticia y han decidido pronunciarse al respecto asegurando que solo se pueden registrar trabajos hechos por personas.

Pero primero de todo cabe recordar cómo se inició este curioso caso.  El fotógrafo David Slater, que fue quien cedió su cámara al macaco para que tomara la instantánea, llevaba un tiempo peleando por reivindicar los derechos de esa fotografía. La instantánea había sido publicada en Wikipedia sin el consentimiento del fotógrafo, que solicitó a la popular enciclopedia de Internet que retirara la imagen que había hecho pública sin su autorización. Wikipedia hizo caso omiso de esta petición alegando que los derechos de la fotografía eran del mono ya que había sido el propio animal el autor de la misma, y Slater no tenía por lo tanto potestad para poder solicitar la retirada.

No hay derechos de autor sobre las obras creadas por animales o por la naturaleza

Lo curioso del caso hizo que la noticia corriera como la pólvora en Internet y el conflicto comenzó a ganar relevancia al hacerse eco en multitud de portales y medios informativos de todo el mundo. Tanto es así, que ahora las autoridades de copyright estadounidenses han decidido poner fin al conflicto, publicando un dossier en el que dan la razón a Wikipedia al establecer que los trabajos creados por la naturaleza, los animales y las plantas no pueden ser registrados con derechos de autor. Asimismo se establece que los trabajos creados por causas sobrenaturales o supuestas divinidades tampoco serán objeto de registro. La oficina de copyright americana ha colocado la foto del mono al mismo nivel que otros trabajos llevados a cabo por autores pertenecientes al reino animal. Una muestra de esta clase de obras son por ejemplo, los murales pintados por elefantes.

Parece ser que finalmente Slater, quien tenía intención de llevar el asunto a los tribunales,  tendrá que renunciar a los ingresos por royalties derivados de la explotación de los derechos del famoso selfie publicado en Wikipedia y si en el futuro quiere volver a tomar una instantánea parecida, deberá ser más cuidadoso a la hora de elegir un objetivo para la fotografía.

 

Fuente: Los Angeles Times | adslzone