project samArrow Electronic es una compañía estadounidense, con sede en Colorado que se dedica principalmente al desarrollo y distribución de servicios de valor añadido relacionados con la tecnología, la informática y otros campos como la medicina. Durante el último año, habían modificado un Chevrolet Corvette de manera que pudiera ser conducido por una persona parapléjica (parte inferior del cuerpo paralizada) haciendo uso exclusivo de controles manuales. Sin embargo, se les ocurrió la idea de ir un paso más allá, e idear un sistema que hiciera posible el control del vehículo a un tetrapléjico, parálisis de piernas y brazos causada por un daño en la médula espinal.

El resultado de este afán por llevar a cabo esta idea es el proyecto SAM (Semi-Autonomous Motorcar) en el que han participado además de Arrow Electronic, Ball Aerospace & Technologies, Falci Adaptive Motorsports y el Laboratorio de Investigación de las Fuerzas Aéreas que han sido los encargados de supervisar los elementos biométricos y la interacción del conductor con el coche. Durante once meses, han trabajado en un Corvette Stingray 2014, realizando las modificaciones oportunas.

project-SAM-2Los controles se basan en cuatro cámaras infrarrojas situadas en la cabina del piloto, que tiene que llevar una gorra con pequeñas partes reflectantes de manera que al inclinar la cabeza hacía un lado, izquierda o derecha, el coche gire casi al instante dirección. Para acelerar, el sistema es muy similar, ya que bastará con una inclinación de la cabeza hacia atrás para poner en funcionamiento los 460 caballos de los que dispone la máquina. El sistema de frenado, se ha optado por un mecanismo diferente y original, un sensor de presión que el piloto lleva dentro de la boca y que actúa cuando éste lo muerde según la fuerza que aplique. Movimientos involuntarios que pueden ser causados por estornudos o similares están contemplados, y se verifican antes de transferirse al ordenador que controla la mecánica. Además, cuenta con otros elementos de ayuda como un GPS que avisa en caso de acercarse demasiado al borde de la pista.

project-sam-3El encargado de hacer las pruebas pertinentes ha sido Sam Schmidt, un expiloto de la Indy Racing League que sufrió un gravísimo accidente hace 14 años, chocando contra una pared en el Walt Disney World Speedway de Orlando. Aunque ha seguido ligado al mundo de la velocidad, con la fundación de su propio equipo, Sam Schmidt Motorsport, convirtiéndose en el más exitoso de la historia de la Indy Lights, seguramente no podía ni imaginar que al cabo de este tiempo, tendría la oportunidad de ponerse de nuevo a los mandos de un coche de carreas. Tras las pruebas en el simulador, ha logrado completar unos 120 kilómetros llevando por precaución un copiloto a su lado. Sus sensaciones no han podido ser más satisfactorias, calificando de “bastante natural” el sistema para conducir con la cabeza y los dientes.

Vistas al futuro

Según los encargados del proyecto SAM, esperan algún día poder aplicar estos mecanismos a personas con diferentes tipos de lesiones para la realización de tareas diarias tanto en casa como en el trabajo o cualquier lugar. Son optimistas pero cautos, ya que explican, hay un mundo entre probar una tecnología y que esta pueda salir al mercado como un producto. “Mover un prototipo a la etapa comercial requiere de mucha fe, ya que no hay muchos patrocinadores dispuestos a financiar estos proyectos”. Otro de los inconvenientes que habría que resolver es el elevado coste que tendría por ejemplo, uno de estos vehículos, inaccesible para la gran mayoría. Aunque por algún lado hay que empezar y desde luego, tiene muy buena pinta.

 

Fuente: Wired | adslzone