Facebook se embarca en una nueva operación millonaria. Después de hacerse con WhatsApp hace un mes, la compañía de Mark Zuckerberg ha cerrado la compra de la empresa que tomó forma gracias a una exitosa campaña de crowdfunding en Kickstarter pero cuyo dispositivo, Oculus Rift, recordemos que no está siquiera finalizado y en el GDC 2014 recién celebrado presentó su segundo prototipo.
Al margen de esto, no deja de ser una sorpresa que la red social se haya decantado por esta operación, debido a que no conocíamos su interés hasta el momento en el sector de la realidad virtual. En cualquier caso, el propio CEO de Facebook ha mostrado su satisfacción por la adquisición, en la que tiene puestas grandes esperanzas por las posibilidades de innovación.
Mucho más que realidad virtual aplicada a videojuegos
“Más allá de los videojuegos, vamos a hacer de Oculus una plataforma que ofrezca múltiples experiencias. Imagina disfrutar de un partido en primera fila, estudiando en una clase con estudiantes y profesores de todo el mundo o tratando con un doctor cara a cara con solo ponerte estas gafas en tu casa”, resaltó Zuckerberg para destacar las enormes posibilidades de Rift.
Éste definió el sistema como “una nueva plataforma de comunicación“, enfoque que traza el camino que pretende seguir la red social en un futuro. “Imagina no solo compartir momentos online con tus amigos, sino hacerles sentir las experiencias y aventuras por completo“, subrayó el fundador de la red social. Así, está dispuesto a que los usuarios no compartan únicamente fotografías, vídeos o estados, sino mucho más, ofreciendo una experiencia más intensa.
Por otro lado, Palmer Luckey, creador de Rift, reconoció que aunque en un primer momento no entendió el interés de Facebook, posteriormente comprendió que la realidad virtual permitirá hacer del mundo un lugar “más conectado, siendo la realidad virtual un medio que nos permitirá compartir experiencias con otros de un modo que antes era imposible”.
En definitiva, la compañía estadounidense está dispuesta a utilizar Oculus como base para experimentar con la realidad virtual, apostando como nueva plataforma más allá de los ordenadores y el móvil. Aunque a priori no cuadrase en exceso esta operación, analizada desde este punto de vista sí parece contar con más lógica, ya que el campo de la realidad virtual es uno de los grandes desafíos del sector tecnológico para un futuro ya que permitirá ofrecer experiencias que a día de hoy nos parecen imposibles.
