Facebook ha comprado WhatsApp por la impresionante cantidad de 19.000 millones de dólares, que la propia red social, en una apuesta por la transparencia que no suele ser muy común, ha desgranado en el comunicado oficial. Esa cantidad final es la suma de 16.000 millones de dólares que ha costado la compra, de los cuales son 4.000 millones en efectivo y el resto en acciones de la compañía. Además, los empleados de WhatsApp se llevarán 3.000 millones de dólares en acciones de la red social disponibles a partir del cuarto año, en lo que se ve como un incentivo para que ningún empleado abandone la empresa. Como complemento a la compra, el fundador y CEO de WhatsApp, Jan Koum, se unirá al consejo de Facebook.

Como veis, el dinero que ha invertido Facebook es brutal, teniendo en cuenta que para hacerse con Instagram gastó ‘únicamente’ 1.000 millones de dólares y que ofreció 3.000 por comprar Snapchat.

Jan Koum, CEO de WhatsApp

WhatsApp no va a cambiar

Obviamente las diferencias, sobre todo de usuarios, que existen entre las empresas nombradas anteriormente y WhatsApp justifican la diferencia de precio. Esta última es la aplicación de mensajería instantánea más utilizada del mundo, con 450 millones de usuarios de usuarios al mes, de los cuales el 70% está activo a diario. Además, para poner en perspectiva estas cifras hay que decir que su volumen de mensajería ya se acerca al volumen total de SMS mandados en todo el mundo, recibiendo asimismo un millón de nuevos registros al día. Y todo esto con solo 55 personas en nómina.

¿Y qué va a ser de WhatsApp a partir de ahora? Pues según lo que la propia compañía ha dicho en su blog, WhatsApp seguirá igual que siempre: “WhatsApp seguirá siendo autónoma y continuará operando de forma independiente. Podrás seguir disfrutando del servicio por una tarifa nominal. Podrás seguir utilizando WhatsApp sin importar en qué lugar del mundo te encuentres, o qué teléfono inteligente estés utilizando”.

Además, y lo que es muy importante para muchos usuarios, WhatsApp no tendrá anuncios. Obviamente, después de experiencias pasadas en las que, por ejemplo, Instagram ha ido incorporando publicidad poco a poco, es normal la preocupación de muchas personas a los que el servicio de mensajería actual les parece perfecto, sin intrusión comercial. “Podéis contar con que no habrá anuncios interrumpiendo vuestras comunicaciones. No habría habido acuerdo entre nuestras compañías si hubiéramos tenido que comprometer los principios básicos que siempre definirán a nuestra empresa, nuestro visión y nuestro producto”. De esta manera ha zanjado la empresa de mensajería instantánea cualquier debate.

Y ahora os preguntamos a vosotros. ¿Os gusta esta adquisición? ¿Irá en beneficio o en perjuicio de los usuarios?

 

Fuente: softzone