Desde hace algún tiempo las redes WiFi presentes en la mayoría de las casas de todo el mundo no habían obtenido una mejora, y aún menos, una mejora de este calibre. El estándar definido por la IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos), asociación sin ánimo de lucro que se dedica precisamente entre otras cosas a la estandarización, mejorará en gran medida tanto el alcance como la velocidad final de la que disfrutará el usuario.

Este incremento de las capacidades de la red viene dado por algunas mejoras que incluye el 802.11ac-2013 respecto a los estándares que hasta ahora predominan, el 802.11g y el 802.11n. El primero de ellos, con una velocidad máxima aproximada de 54 Mbps ha sido en ocasiones protagonista de “engaños”, con más o menos mala fe de las compañías, que ofrecían velocidades de ADSL y fibra superiores a estos 50 megas pero la propia señal WiFi que en muchas ocasiones es el modo elegido para la comunicación dentro de las casas, no superaba estas velocidades. Por su parte el 802.11n alcanza velocidades de unos 300 megas.

Ahora, el 802.11ac-2013 supone un gran paso hacia delante para mejorar las conexiones domésticas gracias a la modificación de los parámetros que intervienen. Lo primero que destaca es que estas conexiones trabajan en la banda de los 5 GHz mientras que la mayoría de los estándares anteriores lo hacían en la de 2,4 GHz, ya que esta banda está disponible casi universalmente.

Se añaden anchos de banda de canal de 80 MHz y 160 MHz con canales de 160 MHz contiguos o no para una asignación flexible del mismo, utiliza una modulación de alta densidad como es 256-QAM, se aumenta el número de flujos espaciales a 8 y por último, y lo que es el cambio más revolucionario, se introduce una tecnología conocida como MIMO multi-usuario que permite soportar transmisiones múltiples de enlace descendente. Esta última mejora supone un progreso especialmente interesante para las conexiones realizadas desde dispositivos móviles como smartphones o tablets.

Su predecesor, el 802.11ac alcanzaba velocidades de 1,3 Gbps, incluso podría llegar a 2,5 Gbps. Esta nueva versión alcanzaría hasta 7 Gbps, velocidades por el momento, que estarían reservadas para las grandes empresas, ya que no existen tarifas ADSL ni de fibra que se acerquen a estas cifras. Además y como lo apuntábamos antes, el alcance mejorará notablemente.

Ahora “solo” queda que los fabricantes comiencen a incorporarlo en sus dispositivos. Como no, esperamos que todas estas tecnologías avancen lo más rápido posible, pero sobre todo, que se hagan llegar a la masa de usuarios finales que reclaman estas mejoras y no a una minoría de la población.

 

Fuente: ZDNet | adslzone