Los últimos registros del Centro de Información del Copyright revelan que la puesta en marcha de su sistema de seis avisos con el que se persigue a los usuarios de P2P ha tenido una inversión de 2 millones de dólares al año. Esta suma es aportada por la industria discográfica, la del cine y los cinco operadores que participan en este plan antipiratería anunciado hace dos años atrás.

Con su iniciativa pusieron en marcha el citado centro, conocido por sus siglas como CCI. Si bien esta organización ha expuesto con claridad sus objetivos, más trabas ha habido para conocer la cifra total invertida en este plan. Por ello el medio Torrentfreak ha investigado hasta conocer que entre los operadores y las citadas industrias el coste anual asciende a los citados 2 millones.

En esta cifra encontramos conceptos cuando menos llamativos. Por ejemplo, se ha sabido que la directora ejecutiva del CCI, Jill Lesser, ganó más de 43.000 dólares (31.000 euros) en los primeros ocho meses. De forma indirecta, Lesser ganó hasta 193.000 dólares por su trabajo en el centro. Esto muestra la poderosa inversión realizada en nombre de la lucha contra la piratería, aunque los gastos son superiores puesto que los titulares de derechos de autor y los operadores también costean el rastreo de los usuarios y el proceso de amenazas para que cesen su actividad en Internet.

¿Ha servido realmente esta inversión económica para acabar con las descargas? Nada más lejos de la realidad. El tráfico P2P tanto en EEUU como en otras partes del mundo no se ha visto mermado de una forma seria, lo que lleva a plantearnos hasta qué punto es rentable aportar semejante cantidad en un objetivo que dada la naturaleza de Internet se antoja inalcanzable.

Quizá sería el momento de plantearse alternativas y en Estados Unidos pueden dar fe del buen funcionamiento de la oferta legal de contenidos como mejor arma contra la "piratería". A pesar del P2P, Netflix cuenta con una importante cuota de mercado gracias a un servicio que ofrece lo que los usuarios demandan a un precio razonable. Es en este tipo de alternativas donde el dinero contra las descargas peer to peer debería destinarse si no se quiere que acabe en saco roto como parece estar sucediendo en algunos países.

 

Fuente: Torrentfreak | adslzone