El mes pasado fue el mismísimo Congreso de los Estados Unidos quien preguntó a los de Mountain View qué medidas iban a tomar para que las Google Glass no fueran una invasión de la privacidad hacia terceras personas que pudiera resultar ilegal. En este sentido la propia Google remitió a su política de privacidad para indicar que su producto en sí no infringía ninguna ley, si no que sería el uso que los usuarios hicieran lo que podría resultar ilegal.

Pues bien, parece que esto todavía no ha quedado muy claro y ahora 37 autoridades de Protección de Datos han instado a la compañía del buscador a que explique mejor sus términos. La iniciativa, promovida por la autoridad de privacidad canadiense, cuenta con el respaldo del presidente del Grupo de Trabajo del Artículo 29 en nombre de las Autoridades de Protección de los Estados miembros de la UE y las agencias de Australia, Nueva Zelanda, México, Suiza, Israel, y los Estados canadienses de la Columbia británica, Alberta y Quebec.

Ocho preguntas que Google debe responder

Estas autoridades, que prácticamente representan a todo el mundo occidental salvo Estados Unidos, han enviado una carta a Google en el que le instan a iniciar un diálogo con ellas para que puedan saber de primera mano si las gafas no supondrán un peligro para la privacidad de las personas.

Por ello, además, en la carta han realizado a Google ocho preguntas precisas que recogen las principales inquietudes que suscita este producto. Entre ellas quieren saber qué información recogerá Google desde las gafas y como la compartirá, con quien y como utilizará esa información. También insisten en si la empresa ha emprendido alguna evaluación de riesgo hacia la privacidad; o si estaría dispuesta a que alguna autoridad de protección de datos lo probase.

Es lógico que exista cierta preocupación hacia un producto tan novedoso como este, de hecho a lo largo de la historia ha habido ejemplos similares pero… ¿Creéis que está justificada en este caso, y en estos tiempos?

 

Fuente: softzone