La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos ha decidido entrar en la rueda de propuestas con la de olvidar las desconexiones y las multas y, simplemente, bajar la velocidad de conexión a los infractores.

Las campañas para demonizar a los internautas solo han tenido éxito en sectores muy concretos, y minoritarios, del electorado y el Gobierno que apruebe alguna medida que trascienda de la defensa de los derechos de autor y afecte a los de los ciudadanos, inviolabilidad de las comunicaciones, derecho a copia privada y al acceso a la cultura, sabe perfectamente que en las próximas elecciones contará con varios millones de votos menos.

No es de extrañar pues que la posibilidad de que operadoras y industria cultural lleguen a un acuerdo sin intervención política sea el mayor deseo de todos, del Gobierno actual y de los que intentan llegar a serlo, que no tendrán que cumplir ciertas promesas electorales en caso de conseguirlo.

La reticencia de las operadoras a actuar de espías de sus clientes y tener que montar todo un carísimo dispositivo nuevo para la vigilancia de las descargas puede verse suavizada si se adopta esta propuesta.

La discutible teoría de la Coalición esta es que esos dispositivos ya existen y que se usan ante las saturaciones de la Red o para controlar el consumo en caso de los limites de tráfico en los contratos de Internet móvil.

Quizás olviden que habría que meter en los mismos filtros que ese tipo de contratos a los de tarifa plana de verdad, todo el ADSL, cable y satélite y, además, personalizarlos para que localicen no a una centralita superada por el tráfico, sino a usuarios concretos.

 

Fuente desde: adslayuda