Resulta que algo más del 10% de los usuarios cambiaron de operador de telefonía móvil durante el año 2016. Un porcentaje similar se planteó cambiar, pero finalmente no decidió seguir adelante. Por su parte, un 5% sí inicio la portabilidad, pero terminó cancelándola, bien por una contraoferta o por otras razones.

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Esto nos deja que el 70% de los usuarios no cambiaron de compañía móvil, pero es que tampoco se plantearon el cambio en ningún momento. Sería interesante conocer las razones que llevan a esta inmovilidad. Seguro que pasan por la comodidad de no cambiar o el desconocimiento de otras ofertas que ofrecen más de lo que tenemos (o al menos lo mismo) por menos dinero de cuota mensual.

Razones para cambiar y cláusulas de permanencia

El principal motivo para cambiar de operadora móvil vuelve a ser el ahorro. Un 56% de los usuarios que cambia, lo hace por este motivo. Los beneficios que ofrece una tarifa empaquetada de móvil, fijo y televisión se quedan con el 28%. Por su parte, cae el porcentaje de usuarios que se cambian por insatisfacción con la calidad del servicio del antiguo proveedor o los insatisfechos con la atención al cliente del antiguo proveedor. La búsqueda de mejor cobertura o velocidad crece como motivo del cambio con un 16,6%.

La gran mayoría de usuarios que cambiaron, hasta el 95%, lo hizo mediante la portabilidad, ese mecanismo que permite mantener el número de teléfono móvil. Solo el 20% pagó algún tipo de gasto por la gestión de la portabilidad, mientras que un porcentaje similar declaró problemas al cambiarse.

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De hecho, un 7% indemnizó a su operadora anterior por el cambio. Pese a ello, las cláusulas de permanencia están en declive. Además de estas presentes cada vez en menos tarifas, los usuarios huimos de ellas cada vez más. La libertad de poder cambiar en cualquier momento se nos antoja más interesante que los posibles beneficios que podamos conseguir por atarnos 12, 18 o 24 meses.

 

Fuente: adslzone