En Estados Unidos, una zona tan poblada como Europa, se reparten el pastel dos compañías que tienen las últimas novedades en tecnología, a la cual la competencia no tiene acceso. Estas compañías son AT&T y Verizon. Además, este duopolio les permite tener un mayor control de los precios, y que estos sean más altos.

En Europa hay una enorme variedad de compañías, y cada una opera en un país concreto. Hay excepciones como Vodafone que opera en Reino Unido y en España, u Orange que opera en Francia y España. Al haber tanta variedad de compañías, y con la proliferación del acceso a las principales redes de las OMV en los últimos años, las compañías más grandes se ven obligadas a bajar precios si quieren seguir compitiendo en el mercado y no perder clientes.

En España tenemos muchos casos de OMV que han cambiado el panorama oligopolístico, como Yoigo, PepePhone, MásMóvil, y un largo etcétera. En Europa también se ha dado el caso, con compañías como Hutchison’s Three en Italia, giffgaff en Reino Unido, o Iliad en Francia.

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Además de la aparición de nuevas empresas, y una mayor facilidad de entrada en el mercado para ellas, Competencia también afirma que ha beneficiado al mercado evitando que se formen grandes conglomerados de compañías, pues el libre mercado sin regulación acaba tendiendo a la concentración del poder en pocas manos, como está pasando actualmente en Estados Unidos con las compañías telefónicas, y que ya pasó en el mismo país a principios del siglo XX con Standard Oil. Esta compañía tenía el monopolio de la extracción petrolífera en Estados Unidos, y dividieron la compañía en 33 partes para evitar tal concentración de poder.

Un ejemplo de esto último es que la Comisión Europea bloqueó la compra de O2, filial de Telefónica, a Hutchison, por un valor de 13.000 millones de euros. De haberse producido, en Reino Unido sólo habrían quedado dos grandes operadores de red.

 

Fuente: ElEconomista | adslzone