La fibra óptica está pasando su propia revolución con una velocidad máxima de 300 Mbps generalizada entre los operadores con cobertura a nivel nacional. Los próximos pasos, como sabemos, serán la generalización de la simetría, seguido de un aumento hasta los 500 Mbps y, a continuación, llegar hasta 1 Gbps. Los 500 Mbps llegarán este año, pero probablemente ‘el gigabit’ no lo veamos hasta el próximo año 2017. Y mientras tanto, el 4G se mantendrá a la altura de la fibra óptica.

Las redes móviles se mantendrán a la altura de la fibra óptica

Con la llegada del 4G, lo cierto es que la banda ancha móvil se puso por encima de la infraestructura fija con 150 Mb frente a los 100 Mb que se ofrecían. Hubo planes superiores, pero con una disponibilidad más limitada por la cobertura. Ahora, como anticipábamos, de nuevo el 4G sigue llevando la delantera a la fibra óptica con su ‘tope’ en los 375 Mbps, frente a los 300 Mbps de los planes más amplios por cobertura. Y en las próximas evoluciones de la banda ancha fija, el 4G LTE va a seguir por delante de la fibra óptica, salvo en el paso intermedio de los 500 Mbps.

Ahora bien, de nuevo vamos a seguir viendo las mismas distancias entre las conexiones a redes móviles y la banda ancha fija. Y es que, aunque el 4,5G va a soportar un mayor volumen de conexiones simultáneas, la velocidad sigue sufriendo oscilaciones y variaciones frente a la ‘linealidad’ de la fibra óptica. Por lo tanto, aunque iguales en el máximo teórico de 1 Gbps, en fibra óptica si vamos a alcanzarlo, incluso más, a través de cable. Ahora bien, con 4,5G en situaciones óptimas se espera alcanzar en torno a 650 Mbps.

 

Fuente: adslzone