La fibra óptica es la reina de la banda ancha y aunque las redes de telefonía móvil 4G están empezando a suponer una interesante opción para aquellos usuarios que no necesitan de una conexión de banda ancha fija, las tarifas disponibles todavía son insuficientes para sacarle un partido a gran escala. Pero la regulación del acceso mayorista a la red de fibra de Movistar ha provocado que la operadora de Telefónica considere sus opciones de cara al futuro y esto puede significar una desaceleración en el ritmo de inversiones en nuevas infraestructuras y el retraso de la llegada de la fibra a municipios de menor peso demográfico.

Surge por lo tanto una nueva oportunidad para el satélite de cara a tratar de hacerse con una mayor base de usuarios aprovechando un panorama de incertidumbre sobre las personas que no consideraban esta tecnología porque la fibra estaba “al caer”. Pero el principal inconveniente del acceso a Internet vía satélite sigue siendo el precio del servicio.

Desventajas del satélite: Tráfico limitado, latencia y alto precio

Y es que, a la en ocasiones elevada cuota de instalación (en la que ha de incluirse la adquisición o alquiler de una antena parabólica), hay que sumar unas tarifas mensuales que están lejos de lo idóneo en términos de relación velocidad-calidad-coste. Las operadoras de la tecnología vía satélite enfocan su producto a zonas remotas o de escasa cobertura, donde esta vía es prácticamente la única para soñar con una velocidad de hasta 25 megas de bajada.

Pero por el contrario, las desventajas conocidas de este servicio, como son una enorme latencia que hace inviable el acceso a cierto tipo de contenido online , el límite de volumen de datos mensual y la comparación con los precios que imperan en las conexiones de ADSL, cable o fibra, hace que muchos usuarios no consideren esta opción. Si empresas como Quantis, SkyDSL o Eurona son capaces de ajustar su oferta, este mercado podría estar ante una oportunidad incomparable para repuntar.

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Fuente: adslzone