La inversión del operador de telecomunicaciones ha alcanzado los 100 millones de euros dedicados a los servicios de telefonía móvil de última generación, es decir, redes móviles 4G LTE y la modernización de su red de telefonía fija. Por otra parte, la firma ha reducido su plantilla hasta los 2.756 empleados, aunque esta cifra se verá alterada con la integración de trabajadores tras la compra de Jazztel, que se formalizará con la presentación del próximo 15 de julio. Mientras tanto, el operador de telecomunicaciones cerró el año con 14,6 millones de clientes, siendo 12,6 millones de servicios de telefonía móvil.

Como podemos ver en estas cifras, el volumen de clientes en servicios de banda ancha y telefonía fija está muy por debajo, otro de los factores que cambiarán por completo tras la adquisición de Jazztel que, aunque con una amplia cartera de clientes de telefonía móvil, se mantiene también con buena posición en los servicios de banda ancha fija. Además, la compra de Jazztel supondrá para Orange la posibilidad de configurar una oferta convergente con fibra óptica para competir con el FTTH de Movistar y Vodafone, que basa sus servicios de fibra óptica principalmente en la tecnología HFC.

La compra de Jazztel, clave en el futuro de Orange

Ante esta situación de reducción de beneficios, el contraste con el futuro de Orange es llamativo. Es decir, aunque la telco ha reducido sus beneficios en gran medida y ha perdido un reducido volumen de ingresos, la integración de los servicios de Jazztel plantea a Orange como el segundo operador, por delante de Vodafone. Sin duda, este movimiento puede reportar grandes beneficios a la de France Telecom.

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Fuente: El Economista | adslzone