Telefónica Vivo, que así es como se llama la filial de la multinacional española en Brasil, tendrá que mantener los actuales planes de los clientes de GVT hasta dentro de 18 meses. En ciudades del estado de Sao Paulo donde se podría dar una situación de monopolio por parte de Vivo, deberá mantener también el actual plan de precios.

Otra de las exigencias de Anatel fue que Telefónica Vivo deberá ampliar su red en al menos diez ciudades de fuera del estado de Sao Paulo, algo que según Igor de Freitas, consejero relator del proceso de compra “no representa gran impacto en el plan de inversiones de Telefónica".

La compañía española deberá pagar a Vivendi un total de 4.663 millones de euros. Gracias a este nuevo movimiento, Telefónica Vivo pasa a ser líder en el mercado brasileño de banda ancha acumulando ya el 30,73% de los clientes y duplicando su presencia en la televisión de pago con un 7,06%.

 

Fuente: adslayuda