La filial española del grupo TeliaSonera comprobó en primera persona los resultados de la guerra desatada en el sector móvil e intensificada durante 2013. El pasado año asistimos a un auténtico boom de los denominados OMVs (Operadores Móviles Virtuales) en nuestro país, que pasaron a ser el grupo de compañías que más líneas ganaban mes tras mes.

Desde su estreno en España, este puesto había correspondido a Yoigo, operador que con una política agresiva en precios (no olvidemos que fue el primero en apostar por una tarifa plana móvil de voz ilimitada) había mermado la cuota de los operadores tradicionales. Sin embargo, la tendencia empezó a cambiar y la compañía ha visto cómo esta situación se refleja en sus cuentas.

Según reconoce en sus últimos resultados trimestrales, los beneficios brutos del operador en nuestro país cayeron un 22,5% respecto al mismo periodo de 2012, situándose en 28,4 millones de euros. TeliaSonera, matriz de la firma española, ha admitido que la rentabilidad del operador fue negativa y señaló a los costes de retención y adquisición de clientes como el motivo de ello.

En otras palabras, la apuesta por la subvención de terminales para evitar que los usuarios huyesen a la competencia así como para captar nuevos clientes ha acabado lastrando sus cuentas. La compañía reconoce que la adquisición de terminales compatibles con las nuevas redes 4G ha supuesto un mayor coste a sus arcas. Igualmente, la inversión en su nueva red LTE también es otro factor a tener en cuenta en este sentido.

Pese a este dato, la compañía señaló que "el crecimiento de los ingresos se mantuvo positivo". No en vano, su número de clientes siguió aumentando de modo que las 63.000 nuevas líneas conseguidas entre octubre y diciembre provocaron que la compañía cerrase el año con casi 200.000 nuevos clientes. En total, el operador ya suma 3,9 millones de usuarios en nuestro país.

 

Fuente: CincoDías | adslzone