Hace tiempo que sabemos que Telefónica cerrará dos centrales ADSL, concretamente la central de Barcelona San Cugat Can Rabella y la de Madrid Torrelodones – Los Peñascales. Los clientes de estas centrales han sido migrados por completo a conexiones de FTTH, una práctica que la operadora quiere extender a todo el país durante los próximos años. Estas dos centrales cerrarán definitivamente en el mes de noviembre después de cumplirse el año y seis meses de guarda que deben ofrecer por Ley.
Pese a ello, no serán las únicas en cerrar en los próximos meses. Telefónica ya ha comunicado el cierre de otras 36 centrales más, que sumadas a las dos anteriores, conforman las 38 primeras centrales ADSL que dejarán de prestar servicio sobre líneas de cobre. Madrid es la provincia con más centrales que serán cerradas, con 7 centrales, seguida de Zaragoza y Valladolid, con 4 centrales, y por último Barcelona, con 3 centrales. Todas son centrales pequeñas donde no hay operadores alternativos desagregando bucle.
El siguiente mapa de la CNMC nos muestra las 38 centrales ADSL:
Llega la fibra óptica
Todos los usuarios de estas centrales comenzarán a navegar a través de la fibra óptica conforme la operadora vaya ofreciéndoles la posibilidad con el objetivo de poder cerrar las centrales. Además, al no ser centrales donde operan los alternativos, Movistar puede realizar el proceso sin más problemas. Recordemos que se deben cumplir una serie de aspectos para que el cierre no afecte a los usuarios:
- Sólo se puede cerrar una central cuando más del 25% de los clientes de esa central se conecten por medios alternativos a la red de cobre (por ejemplo, fibra óptica).
- Si hay operadores alternativos desagregando bucle, Telefónica deberá seguir prestando ese servicio mayorista durante 5 años, más 6 meses de guarda. (Los alternativos deberán migrar a sus clientes en esos 5 años).
- Si no hay operadores alternativos en la central (como ocurre en las 38 que cierran), el período de garantía se reduce a 1 año con los pertinentes 6 meses de guarda.
Por último y como bien aclara la CNMC, en todo momento se habla de cierre de centrales para la realidad que no es del todo cierto. Lo único que ocurre es que se deja de usar el cobre pero se pueden seguir utilizando para el despliegue de fibra óptica o para antenas de telefonía móvil.
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