No es un artículo alabando la evolución del mercado de la telefonía móvil, ni a ninguno de los operadores que prestan servicios de este tipo en nuestro país, ni mucho menos. De hecho, sólo es una reflexión curiosa e interesante, un vistazo al pasado para comprobar, en realidad, en qué medida han evolucionado las tarifas en cuanto a condiciones y precios, y desde un punto de vista relativamente personal, porque al fin y al cabo he querido llevarme este “back to the roots” al terreno personal, considerando mi consumo en servicios de movilidad como estándar.

A día de hoy: Tarifa, precio y condiciones del servicio

Con una tarifa Movistar Fusión línea adicional, que por 25 euros al mes IVA incluido cuenta con llamadas ilimitadas2 GB para navegar por Internet, actualmente me quedo sin megas. Hay tarifas con posibilidades más amplias para navegar por Internet, pero en mi caso concreto son tres líneas las que hay bajo un mismo contrato y comparten megas, luego tengo un total de 6 GB para tres móviles. Pero esto último importa poco, en realidad, porque a fin de cuentas estoy tomando como ejemplo, tan solo, los siguientes datos de consumo:

  • 24 minutos en llamadas nacionales.
  • 2 GB de Internet móvil.

Y como ya adelantaba, por esto estoy pagando, igual que muchos otros clientes de líneas adicionales en Fusión, 25 euros al mes con IVA ya incluido. Y aunque mi consumo en llamadas es realmente bajo, podría pasarme la vida con la oreja pegada al móvil que, como adelantaba, son minutos ilimitados los que ofrece esta tarifa. Cuidado, que más bien son “ilimitadosporque hay condiciones en el contrato que tratan de evitar utilizar estos contratos para locutorios.

Hoy, hace una década: Tarifa, precio y condiciones del servicio

Limitaciones, eso es lo que define a las tarifas de hace diez años. Evidentemente las sigue habiendo hoy en día, y precisamente por eso nos quedamos sin megas, aunque podemos aprovechar los bonos extra en navegación para extender las posibilidades, o bien navegar como una tortuga asumiendo las limitaciones del operador, si lo permite. Pero dejando esto a un lado, si quisiera utilizar hoy mi móvil con una tarifa de hace diez años de la forma en que lo hago, esta sería la situación con que me encontraría, según las siguientes necesidades:

¿Qué necesito que cumpla mi tarifa?

  • Llamadas nacionales, 24 minutos o más.
  • Conexión a Internet para descargar 2 GB o más.

Según esto anterior, en el mismo operador con que tengo ahora mismo contratados mis servicios de telefonía móvil, la tarifa que tendría que escoger es Contrato Datos. ¿Por qué? Porque necesito navegar por Internet, y el resto de tarifas sólo tienen llamadas, luego no me sirve ninguna de ellas. Y ahora bien, los precios que tengo que tener en cuenta son los siguientes:

  • Precio de llamada :0,18 euros el minuto.
  • Precio de Internet: 1 euro el mega.

El desglose de mi factura móvil mensual

Teniendo en cuenta estos precios anteriores, porque sólo llamo entre semana de 7:00 a 21:00 horas, mis 24 minutos al mes se convierten en 4,32 euros que actualmente tengo incluidos en mi tarifa. Si hablase más tiempo por teléfono, efectivamente, tendría que pagar 18 céntimos de euro por cada minuto, mientras que ahora puedo hablar uno o mil minutos más sin sobrecostes, con un precio fijo que sé de antemano.

Y aquí el Internet móvil, el aspecto que, como podíamos esperar, más ha evolucionado en esta década. Evidentemente, puesto que ahora utilizo 4G con una tasa de descarga máxima de 150 Mbps según la capacidad de mi terminal, pero que a la hora de la verdad me está ofreciendo, a mí personalmente, una velocidad de unos 70 Mbps en descarga. Y no está nada mal. Ahora bien, hace una década nos teníamos que conformar con UMTS a 2 Mbps como velocidad máxima. ¿Parecido, verdad? Y si el precio por mega es de 1 euro y mi consumo es de 2 GB, hablamos de que tendría que pagar por 2.048 megas, un cálculo bien fácil que da como resultado 2.048 euros al mes en mi factura.

Las cosas han cambiado, pero tienen que cambiar mucho más

Cuando revisamos de esta forma el uso actual de nuestros móviles y hacemos contraste con los precios de hace diez años, la respuesta se hace muy evidente: los operadores han evolucionado. Pero, claro, lo raro sería lo contrario. Ahora bien, también es cierto que, a día de hoy, cuando contrastamos una tarifa de 2 GB por 25 euros con una de 20 GB por 29 euros, también nos damos cuenta de que tienen que cambiar mucho más.

Básicamente, el problema es que YouTube es la web con más tráfico móvil actualmente, lo que quiere decir que nuestro hábito de consumo tiende hacia servicios multimedia que, evidentemente, requieren de muchos megas. Y cada vez más, porque aunque la televisión lleva ya muchos años con nosotros y en nuestros teléfonos inteligentes, cada vez somos más los que la utilizamos aquí, para ver series y películas en streaming, y con este perfil de uso 2 GB se quedan cortos lo mires por donde lo mires. Seguimos teniendo, ahora mismos, tarifas de la “era WhatsApp”, que sin ningún problema nos permiten utilizar aplicaciones de mensajería instantánea hasta quemar los pulgares, pero que se quedan realmente cortas cuando hacemos streaming de contenido multimedia.

Luego, sí, ha sido muy curioso repasar con vosotros cuánto pagaría hoy por el uso que hago de mi teléfono inteligente… pero espero y deseo que lo sea también en un año, ahora que Yoigo ha lanzado su tarifa Sinfín con 8 GB por 29 euros y Amena ha respondido con 7 GB por 24 euros.

 

Fuente: adslzone