Tal y como se preveía a comienzos de año, 2014 se presenta como un periodo muy movido en el mercado de las telecomunicaciones en España. En un momento en el que la consolidación parece el camino a seguir, Vodafone ha sido el primero en disparar con la operación millonaria que le ha permitido hacerse con ONO.

Los beneficios de este movimiento llegarán a largo plazo, aunque ya de primeras consigue situarse como el segundo operador de banda ancha del mercado y aumentar su cuota en el segmento móvil hasta el 26%. Así, se convierte en la primera fuerza competidora frente a Movistar, líder histórico, y lo hace en un momento en el que Orange le había ganado terreno.

apertura-orange-fibraEsta situación deja al operador naranja en una posición en la que se verá obligada a multiplicar su inversión de forma prácticamente irremediable. Al margen del paso atrás en el ránking de operadores con mayor cuota de mercado en banda ancha, donde ha pasado a ocupar la tercera posición por delante de Jazztel, se ha quedado en una solitaria posición en el mercado de la fibra óptica.

Orange, obligada a reaccionar

Esto ha coincidido con un momento clave en el mercado, en el que la presencia dentro del segmento de la banda ancha de alta velocidad es imprescindible. Consciente de ello, Movistar ha disparado su inversión en fibra y pretende cerrar 2014 con 7,1 millones de hogares con cobertura FTTH. Vodafone por su parte ha optado por la compra de ONO, con otros 7 millones de accesos con tecnología HFC de alta velocidad también desplegados para llegar a 10 millones en 2015 con 3 millones con FTTH.

Por su parte, Orange ve cómo su proyecto de inversión conjunta con el operador británico se diluye y se queda con escasa presencia en el mercado de la fibra. A día de hoy su despliegue ha llegado a 800.000 accesos y en 2016 llegaría a los 4,5 millones. Las cifras parecen demasiado alejadas de las que ofrecen sus rivales.

La opción de Jazztel

apertura-jazztel-fibraAnte esta situación, la compra de Jazztel parece la opción más probable y que ha sonado con más fuerza entre los analistas. Para hacerse con el operador español con 1,4 millones de usuarios de banda ancha y 1,2 millones de móvil, la compañía desembolsaría alrededor de 3.000 millones de euros descontando primas.

Cierto es que es menos de la mitad del coste que ha tenido ONO para Vodafone, pero también es cierto que la red de la compañía dirigida por Miguel García no cuenta por ahora con la red de alta velocidad que el operador de cable. De este modo, de cara a no perder coba, estaría en la obligación de realizar una inversión muy elevada para acelerar el despliegue de fibra.

La alternativa de R, Telecable y Euskaltel

La otra opción sería comprar las otras redes de alta velocidad ya desplegadas en varios puntos del país. Nos referimos a la adquisición de los operadores de cable locales R, Telecable y Euskaltel, con presencia en Galicia, Asturias y País Vasco respectivamente.

Si bien parece una operación demasiado local, no se puede descartar esta opción porque le ahorraría parte de su inversión en nuevas redes, ya que estas compañías sí disponen de tecnología para ofrecer conexiones de 100 megas y más. Euskaltel y R disponen de cerca de 1 millón de hogares pasados y la operadora asturiana supera los 400.000 En cualquier caso, con el objetivo de tener presencia en la alta velocidad a nivel nacional tendrá que seguir realizando su particular desembolso en infraestructuras, por lo que el camino a seguir que le queda no es otro: invertir.

 

Fuente: adslzone