Según G DATA, durante el primer trimestre de 2017 se registraron 750.000 nuevas aplicaciones maliciosas para Android, dando como media 350 por cada hora. Por otro lado, la compañía de seguridad informática alemana también ha hecho una proyección para el resto del año, estimando la creación de 3,5 millones de nuevas aplicaciones maliciosas para todo el 2017.

Tim Berghoff, experto en seguridad de G DATA, comenta que “vivimos permanentemente conectados gracias a nuestros dispositivos móviles. Actividades tan delicadas como banca y compras online las realizamos ya desde nuestros smartphones. Además, el grado de amenaza cada vez es más preocupante, pues al crecimiento vertiginoso del número de apps maliciosas se añade el asunto de las actualizaciones de Android, que dependen de demasiados condicionantes para que lleguen al usuario en los tiempos adecuados.”

Aunque en los dos años anteriores se ha podido apreciar un aumento considerable en el número de nuevas aplicaciones maliciosas para Android, G DATA estima que durante este 2017 el crecimiento será menos acusado.

Fragmentación, otro “aliado” de los cibercriminales

Tener el dispositivo móvil (ya sea tablet o smartphone) actualizado es importante para evitar las posibles infecciones por apps maliciosas. Sin embargo, muchos fabricantes se demoran mucho a la hora de suministrar las actualizaciones de seguridad o bien ni siquiera las suministran.

La gran libertad que tienen los fabricantes con Android se ha transformado en una acusadísima fragmentación que deja a un porcentaje muy importante de los usuarios sin las últimas mejoras y parches de seguridad liberados para Android.

 

Fuente: G DATA | muyseguridad