El caso Ashley Madison sigue coleando y lo que queda porque ya se considera como la peor violación de datos de la historia de Internet. La vinculación del ciberataque con los suicidios empeora la situación porque son casi 40 millones los usuarios registrados a este sitio enfocado a infidelidades.

Usuarios cuyos datos personales han aparecido en Internet en un archivo de 9,7 Gbytes compartido en las redes de pares torrent tras su paso por la Deep Web. Y no solo eso porque hay en marcha campañas de extorsión que piden dinero para no hacer público (aún más) unos datos que incluyen usuarios de toda condición social.

A nadie escapa que Ashley Madison no es un sitio cualquiera y que sus usuarios están comprometidos. Algunos por temas obvios en su relación con esposa o pareja, otros por la utilización de correos corporativos en los registros (algunos gubernamentales) y otros porque sean personajes más o menos conocidos para el gran público.

Al tiempo de conocerse los suicidios, el grupo que lleva el caso que incluye la policía canadiense, el FBI y la NSA, han realizado un llamamiento a investigadores de seguridad y hackers de sombrero blanco para que ayuden a atrapar a los responsables del ataque, con el incentivo de una recompensa de 500.000 dólares canadienses.

El daño para Ashley Madison es irrecuperable. Para que no falte de nada, el análisis de los datos corporativos filtrados ha revelado que el CTO de la compañía pudo haber hackeado a un sitio que le hacía competencia (Nerve.com) aprovechando una vulnerabilidad y accediendo a su base de datos.

Bufetes canadienses han anunciado demandas contra las dos empresas canadienses responsables del sitio, Avid Dating Life y Avid Media, por no impedir el robo de los datos personales y web similares y/o relacionados con el entretenimiento de adultos que ocupan más del 10 por ciento del tráfico total de Internet a nivel mundial.

El caso es de los que hacen época y muestra la necesidad de aumentar la seguridad de los portales para garantizar la privacidad de los usuarios.

 

Fuente: muyseguridad