El atacante sólo necesita instalar una pieza de malware en el objetivo que puede ser cualquiera conectado a una red, sea impresora, teléfono de la oficina o un ordenador. El malware se apodera del control del circuito electrónico del dispositivo hackeado y estos mismos son utilizados como transmisores.

La técnica tiene además, el potencial para encender los dispositivos conectados a Internet (impresoras, lavadoras, aires acondicionados etc) popularmente conocido como la Internet de las cosas. 

El hack es similar a PITA, un dispositivo de 300 dólares construido por los investigadores de la Universidad de Tel Aviv, que captura las ondas electromagnéticas que genera la CPU de un ordenador, utilizándolos para descifrar datos cifrados con RSA y ElGamal hasta una distancia de 19 pulgadas.

Técnicas de ciencia ficción como BitWhisper, un hack que emplea un malware especialmente diseñado para medir fluctuaciones térmicas y atacar los sensores de temperatura de equipos informáticos. BitWhisper está diseñado para trabajar sobre equipos Air Gap, los más seguros que existen ya que no están conectados a Internet y tienen limitado el acceso a sus puertos, lo que los blinda de ataques “estándar” al estar aislados del exterior.

 

Fuente: muyseguridad