Informes como The 2015 Bad Bot Landscape Report estiman que más de la mitad de todo el tráfico generado en Internet a nivel mundial llega de bots. Un dato preocupante teniendo en cuenta que una buena parte de ellos son bots maliciosos.

Por otro lado, se calcula que en 2014 se invirtieron más de 180 mil millones de dólares en publicidad en Estados Unidos con Internet como uno de los principales destinos. De ahí que los ciberdelincuentes encuentren en la creación de bots un gran negocio. Algunos informes estiman que estas prácticas fraudulentas pueden alcanzar un negocio de 6.300 millones de dólares.

Los bots son diseñados expresamente para simular el tráfico humano y así obtener beneficio económico a través de los medios publicitarios. Una parte importante de este tráfico se genera a partir de bots instalados en sistemas comprometidos previamente por ataques de fuerza bruta, explotación de vulnerabilidades en los mismos o por ataques de ingeniería social.

Redes de bots como Zeus, ZeroAccess o Chameleon, añaden millones de bots a estas grandes botnets que obtienen beneficios fabulosos. Estos bots poseen un alto grado de sofisticación y se comportan de forma similar a como lo hace un usuario real incluyendo, entre otras, diferentes capacidades como la de resolver captchas, crear perfiles y publicar contenidos en redes sociales, evitar controles de seguridad, etc.

De ahí que cada vez sea más complicado identificarlos y bloquearlos. En España se cifra en un 4% el tráfico fraudulento y es de los de menor exposición porque en países como en China se estima en un 41 por ciento.

 

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Fuente: muyseguridad