El ciberataque, el mayor registrado contra el gobierno USA y supuestamente realizado por encargo de China aunque el gigante asiático lo ha negado repetidamente, habría conseguido robar datos confidenciales, personales, laborales, números de seguridad social, historiales médicos y otros, de los servidores de la Oficina de Gestión de Personal del Gobierno (OPM).

Además de los millones de ciudadanos cuyos datos han sido comprometidos, otro damnificado ha sido la propia jefa de la oficina, cuya renuncia ha tenido que aceptar Obama ante la verdadera magnitud del ataque y la exigencia de congresistas del Partido Republicano y también del Demócrata.

“Es muy claro que se necesitaba con urgencia un nuevo liderazgo, con un conjunto de habilidades y experiencias que son únicas ante los desafíos urgentes que enfrenta la OPM”, explicó el portavoz de la Casa Blanca, reiterando que la Oficina les sigue debiendo a los ciudadanos afectados por el ciberataque información adicional sobre la filtración y cómo protegerse.

La OPM y el FBI está investigando el ciberataque y las agencias gubernamentales han intensificado la vigilancia y el seguimiento para evitar que estos hechos se vuelvan a producir.

El Presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Richard Burr, ha pedido al gobierno revisar sus defensas a nivel de ciberseguridad. “Nuestra respuesta a estos ataques no puede ser simplemente notificar a la gente después de que su información personal haya sido robada. Tenemos que empezar a prevenir estas intrusiones en primer lugar”.

 

Fuente: muyseguridad