Las puertas traseras y la reducción o debilitación de la fuerza del cifrado en diferentes tipos de software de consumo general son peticiones de agencias como la NSA y la GCHQ para seguir espiando a mansalva todo lo que se mueva en la Red de redes. O en tu propia casa.

El cifrado de extremo a extremo implementado en los últimos iPhones o terminales Android fue fuertemente criticado por el ejecutivo de Estados Unidos ya que complicaba sus labores de espionaje. Sus responsables están presionando a Obama y al Congreso para que impida “tanta seguridad”.

De ahí una petición razonada para frenar la barbaridad que sería la debilitación de las tecnologías de cifrado o la instalación “legal” de puertas traseras en los firmwares de productos electrónicos como ya hemos visto en routers o en discos duros.

Además, los especialistas en seguridad citan la ingenuidad de suponer que si se implementa una puerta trasera o se debilita el cifrado solo podrán acceder los agentes de inteligencia y no los “malos” a los que se pretende combatir.

Por no hablar de la desconfianza que se está sembrando de todo lo que llegue de las tecnológicas estadounidenses y que tendrán incidencia en su cuenta de resultados.

 

Fuente: muyseguridad