Un proyecto abierto tanto en software como en hardware sumamente interesante -sobre el papel- y por ello reventó todas las expectativas recaudando 220.000 dólares en menos de un mes. Su funcionamiento era bastante sencillo. El dispositivo posee dos conectores de red hembra, en uno se tiene que conectar el router que da acceso a Internet, mientras que que el otro se puede conectar un dispositivo vía cable, generalmente un ordenador, aunque también dispone de conectividad Wi-Fi para dispositivos táctiles.

Lamentablemente, una investigación del proyecto ha revelado que todo era una estafa montada por el propio creador del proyecto ya que el router era en realidad un dispositivo diseñado y fabricado en China y no era un dispositivo genuino.

No contento con ser un clon que se podía adquirir por menos precio, el cacareado “sistema abierto” era simplemente un OpenWRT y además mal configurado con fallos de seguridad y -probablemente- con puertas traseras. 

Parece que el creador del proyecto, un tipo llamado August Garmar, solo quería ganar dinero por dos sitios, primero con la sobrefinanciación en Kickstarter y luego a través del margen de venta de estos routers chinos.

Kickstarter ha decidido reaccionar de forma contundente contra el proyecto, suspendiéndolo y cancelando todas las donaciones, que afortunadamente no se habían hecho efectivas.

 

Fuente: muyseguridad