Según Javier Rubio, perito ingeniero informático del Colegio de Ingenieros en Informática de la Comunidad de Madrid, “para aceptar un mensaje de este chat como prueba es necesario analizar, si es posible, ambos teléfonos móviles. Aun así, es muy difícil determinar, con un cien por cien de fiabilidad, que el emisor envió los mensajes, en caso de que se trate de autentificación de mensajes recibidos; o que el receptor los recibió y, además, los leyó, en caso de que se trate de autentificación de mensajes enviados.”

Casos en los que se ha aceptado los mensajes de esta popular app como prueba ya se pueden encontrar en la jurisprudencia española. Por ejemplo, un juzgado de Ferrol condenó a un hombre a 1 año y 9 meses de cárcel por mandar más de 2.000 mensajes a su expareja. Sin embargo, las autoridades jurídicas cada vez tienen más en cuenta las vulnerabilidades de WhatsApp.

En palabras de Rubio: “Es obligatorio que la prueba vaya avalada por el informe pericial de un perito informático colegiado, ya que es relativamente fácil manipular una prueba de este tipo. Esto implica que, si la prueba no está fehacientemente avalada, puede ser inmediatamente rechazada por el juez”, asegura el informático.

 

Fuente: muyseguridad