Las tiendas de aplicaciones de los diferentes sistemas operativos, ya sean de sobremesa o móviles, incluyen un porcentaje de aplicaciones fraudulentas que, en función de la aplicación de diferentes sistemas de seguridad de las compañías a su cargo y, sobre todo, los criterios de “evaluación de las aplicaciones o programas”, toman una mayor o menor presencia. En el caso de Windows Store, la tienda de aplicaciones y programas oficial para Windows 8, How To Geek ha sentenciado que la presencia de software malicioso es realmente elevada. Además, según señalan, desde el lanzamiento del sistema operativo Windows 8 el problema ha ido creciendo y “en su intento, si lo hubo, por ofrecer una tienda segura, Microsoft ha fallado”.

Windows Store: apps gratuitas falsificadas y hechas de pago

No estamos hablando de software malicioso como tal, o no simplemente de esto, sino también de aplicaciones fraudulentas que imitan a las reales, muchas de ellas registradas por empresas lícitas. En un caso concreto, el estudio muestra una captura de pantalla con los resultados de búsqueda ofrecidos por “VLC” en la tienda Windows Store. Tras esta búsqueda, el usuario que la lleve a cabo se encontrará una enorme cantidad de aplicaciones que imitan el estilo gráfico de VLC -marca registrada- para dar confianza y posibilitar el engaño. En relación con este tipo de casos, en los que la imagen de una aplicación gratuita es utilizada de forma ilegal para cobrar una determinada cantidad a los usuarios, How To Geek añade que “hacer una búsqueda de cualquier aplicación popular en la Windows Store reporta todo tipo de basura”. Podemos ver casos similares con iTunes o Firefox, entre muchos otros. Lo más grave de todo, sin duda, es que en ocasiones es la propia aplicación oficial la que no encontramos en Windows Store, pero sí un largo listado de apps falsas.

Microsoft ha buscado la cantidad, no la calidad

Además de que, como es evidente, los sistemas de verificación y evaluación de las aplicaciones por parte de Microsoft han sido un fracaso obvio, la compañía de Redmond ha alimentado esta situación. En lugar de premiar la calidad de las aplicaciones, los de Windows han premiado la cantidad, pagando, desde marzo de 2013, 100 dólares por aplicación publicada. De esta forma, los “más publicadores” han conseguido ganar más dinero que los que han desarrollado pocas apps de gran calidad, gracias al sistema de Microsoft aplicado sobre su Windows Store.

Este problema que Microsoft ha provocado, además, no ha quedado limitado únicamente a sus plataformas de escritorio. Tal y como nos muestran nuestros compañeros de MovilZona, la tienda oficial de aplicaciones para Windows Phone registra una situación idéntica.

 

Fuente: How To Geek | adslzone