El medio critica el módulo de geolocalización del terminal y la función del sistema operativo “localizaciones frecuentes”, que permite, rastrear y situar a los usuarios, lo que a juicio del gobierno puede servir como medio de recopilación de datos sensibles y revelar secretos de estado.

Apple ha contestado que no rastrea la ubicación de los usuarios de sus teléfonos inteligentes, que la función aludida puede desactivarse por el usuario y que nunca ha colaborado con las agencias de inteligencia estadounidense, como en su día reveló las filtraciones sobre el programa PRISM de NSA.

“Apreciamos el esfuerzo de CCTV por ayudar a educar a nuestros clientes sobre un tema que consideramos es muy importante. Queremos asegurarnos de que todos nuestros clientes en China tengan claridad sobre lo que hacemos y lo que no cuando se trata de la privacidad y de su información personal. Apple no rastrea la ubicación de sus usuarios, Apple nunca lo ha hecho y no tiene planes de hacerlo nunca”, explica Apple en un comunicado.

Apple no es la primera tecnológica estadounidense en el punto de mira del gobierno chino y es conocido el gran conflicto con Google años pasados.

El último tiene como protagonista a Microsoft. Primero con una petición para que Microsoft mantuviera el soporte técnico a Windows XP; después llegó la recomendación de Linux como reemplazo; más tarde Windows 8 fue prohibido en la administración del estado, para finalmente, nombrarlo como una amenaza a la seguridad nacional.

Es difícil saber las motivaciones del gobierno chino para lanzar estas acusaciones contra Microsoft o Apple, si son técnicas (Android o Windows Phone tienen funciones de geolocalización similares), o políticas en respuesta a la presentación por Estados Unidos de cargos criminales por ciberespionaje contra cinco oficiales chinos.

 

Fuente: muyseguridad