Por ejemplo, el administrador de la máquina, la red o nuestra ISP, nuestro proveedor de conexión a Internet, son capaces de rastrear toda nuestra actividad en línea. Sin embargo, no son los únicos, y este es uno de los puntos que mucha gente no comprende.

Sea en modo privado o modo normal, el navegador web transmite a los sitios que visita diferentes datos que, en un principio son de carácter técnico, no personal, pero que pueden ayudar a rastrear la actividad de una persona en línea: agente de usuario, detalles de los plugins instalados, zona horaria, tamaño y profundidad de color de la pantalla…

Descubre en la siguiente infografía por qué la navegación privada no es la panacea y cómo puedes mejorar su efectividad aunque, eso sí, no esperes nunca disfrutar de la mayor comodidad si buscas la mayor privacidad, porque ambos conceptos son incompatibles.

La navegación privada, ¿es realmente privada?

 

Fuente: muyseguridad