Al poco de nacer la DS llegaron sus cartuchos pirata, los Super Cars DS One y los R4 entre otros. Su funcionamiento era muy sencillo, el cartucho, no era nada más que un adaptador para la tarjeta de memoria que convertía en legible para la DS cualquier cosa que se almacenara, desde música e imágenes hasta los juegos. Es decir, no era nada más que con contenedor y conversor y esta cualidad es la que ha salvado a los cuatro acusados por Ninendo de una sentencia de piratería.

Nintendo exigía cuatro años de cárcel a cada  uno de los cuatro acusados por “piratear” sus consolas mediante a la venta de cartuchos que podían incluir sus juegos. Según el juez los acusados madrileños no se beneficiaron económicamente como para considerarlo un delito. Resalta el hecho de que los cartuchos no sólo sirven para saltarse los sistemas “anticopia”, también permite realizar otras acciones que no van contra la ley, como ver fotos o escuchar música.

En la sentencia también recuerdan que la Justicia europea considera que las medidas “antipiratería” para las consolas deberán ser proporcionales y no deben impedir que éstas se usen para otras acciones legales. Es decir, puede que estos cartuchos permitieran piratear juegos de forma sencilla, pero la culpa no es de los vendedores y tampoco vendieron tanto como para lucrarse gracias a los derechos de Nintendo.

Pero esta no es la primera derrota para Nintendo en este cambo, hace unos años los avileses de Alechip también ganaron la partida cuando la audiencia provincial de Oviedo absolvió a los dueños de la tienda, al considerar que los chips FlashCard vendidos no sólo sirven para piratear sino “para permitir la ejecución de juegos originales de otras zonas y para convertir la consola en un ordenador personal apto para realizar múltiples tareas absolutamente lícitas, como pueda ser el manejo de fotografías, ejecutar juegos de libre distribución no diseñados para consola, escuchar música, etc,”.

 

Fuente: muyseguridad