Android se ha convertido en el objetivo preferido para los desarrolladores de malware. La gran expansión del sistema operativo y la posibilidad de alcanzar a miles o millones de terminales en todo el mundo, es demasiado seductora para los ciberdelincuentes. Estos ataques se han ido multiplicando a medida que la plataforma se popularizaba, y en este 2013 acapara el 97% del malware móvil.

Una cifra que en 2010 apenas alcanzaba el 11,25%, que en 2012 se disparó hasta el 79% y que no ha dejado de crecer durante el último año, incluso, para este 2014 auguran que las cifras sean mucho peores, unas previsiones no demasiado halagüeñas para los usuarios de Android.

Ya desde sus inicios, la plataforma de Google fue criticada en este sentido, señalando la falta de seguridad y control que existía sobre las aplicaciones, inclusive de aquellas que se podían encontrar en Google Play, unos métodos que en comparación con los que utiliza el otro referente del sector, Apple (menos del 1%), facilitan la expansión de archivos maliciosos y los malhechores son conscientes de ello. Sin embargo, tal y como muestra F-Secure en su último informe, desde Mountain View están trabajando duro en este aspecto.

mobile_threats_2013_f-secureSolo el 0,1% de ese 97% del que hablábamos al principio se ha detectado en Google Play. Tal y como destaca el documento, la tienda oficial, a pesar de que los filtros no son tan exigentes como a muchos les gustaría, suele responder rápidamente ante cualquier atisbo de aplicación maliciosa, por lo que el poco malware encontrado, además, suele tener una vida útil muy corta, afectando normalmente a un número muy reducido de usuarios.

El peligro real son las tiendas de aplicaciones de terceros, ya que ahí, los niveles de archivos maliciosos encontrados son mucho más altos. Es aquí donde se encuentra realmente la amenaza para Android y donde los desarrolladores malware consiguen refugiar sus aplicaciones. Una situación que se escapa de la mano de la compañía de la gran G.

Para terminar, dos conclusiones a las que llegan los encargados de F-Secure. La primera es que la mayoría de los ataques tienen su origen en países como Arabia Saudí o la India, Europa y Estados Unidos apenas reúnen un 20% del total. La segunda, consideran que Google está realizando esfuerzos activos para aumentar la seguridad de Android, aunque todavía queda mucho camino por andar.

 

Fuente: TheNextWeb | adslzone