El proceso sería el siguiente: llegas un cajero, introduces la tarjeta y tecleas la clave. Es entonces cuando, mediante una app para smartphones, se verifica que el lugar de la transacción es el mismo. Es decir, si estás sacando dinero en Madrid pero el teléfono devuelve una señal desde Barcelona, difícilmente podrá tratarse de la misma persona.

Esta sería, pues, una doble autenticación basada en geolocalización, en lugar de en códigos, como los que utilizan servicios como los de Google o Microsoft.

No solo eso, sino que MasterCard se propone incluso a ofrecer a sus clientes paquetes de datos de prepago en algunos destinos populares, para que el uso de datos en el terminal no suponga problema por las altas tarifas de itinerancia de datos.

Sea como fuere, se implante en un futuro este sistema o no, lo cierto es que las grandes compañías bancarias están obligadas a seguir innovando en materia de seguridad: los robos relacionados con tarjetas de crédito en 2012 ascendieron a 5.550 millones de dólares en todo el mundo.

 

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Fuente: muyseguridad