Esta gran diferencia se justifica por diversas razones. Por un lado, muchas compañías son incapaces de calcular las pérdidas. Además, es difícil valorar las pérdidas causadas por robo de propiedad intelectual o calcular las pérdidas relativas al daño causado a la reputación de una marca.

Por otro lado, también era difícil cuantificar el coste de la seguridad nacional, ya que el robo de información militar impacta en las alianzas diplomáticas internacionales sujetas a acuerdos comerciales. Según revela el informe: “No podemos evaluar con precisión el valor monetario de la pérdida en la tecnología militar, pero podemos decir que ciberespionaje cambia los términos del compromiso a favor de los competidores extranjeros.” El informe estima, además, que un total de 508.000 puestos de trabajo podrían perderse en Estados Unidos debido al ciberespionaje.

 

Fuente: muyseguridad