Esto se debe entre otras cosas a que los sistemas Windows, a medida que va pasando el tiempo de uso e instalamos y desinstalamos aplicaciones en el sistema, estas, al menos en la mayoría de los casos, van dejando restos en el SO que poco a poco lo van ralentizando afectando directamente a su rendimiento general y al arranque del mismo. Parece que este «envejecimiento» es prácticamente ineludible, aunque lo que sí podemos intentar es retrasarlo lo máximo posible.

Para ello existen diversas tareas que nos ayudarán a mantener Windows lo más limpio posible. Una de ellas es la utilización de aplicaciones denominadas portables. Estos son programas que se caracterizan principalmente por no requerir ser instalados en el sistema para su correcto funcionamiento. Para ello no necesitamos más que abrir el ejecutable correspondiente (en ocasiones vienen comprimidos, por lo que es necesario el uso de un programa para descomprimirlo con anterioridad). La principal ventaja de estas versiones es que no realizan cambios en el sistema guardando librerías específicas como hacen las versiones de programas convencionales. Además pueden ser ejecutados inmediatamente en cualquier PC o directamente desde un dispositivo de almacenamiento externo.

Gracias a todo ello, evitamos tocar el SO, por lo que su rendimiento no se ve afectado. Pero ahí no acaba la cosa, ya que las aplicaciones portables tienen otras ventajas. Por un lado, al no requerir instalación, no consumen espacio en el disco duro principal, las guardamos en cualquier disco externo o llave USB y podremos usarlas en cualquier otro lugar. Por otro lado hay que tener en cuenta que al no necesitar instalación, tampoco necesitamos disponer de permisos de administrador para su uso en cualquier equipo que no sea el propio. Es más, en estas versiones no es necesario tener código de activación o número de serie, ya que este viene directamente implementado en la herramienta que hayamos descargado y vayamos a utilizar.

Para todos aquellos que no estéis habituados al uso de este tipo de versiones de programas, cabe destacar que además tienen un funcionamiento más fluido que las convencionales al no tener que acceder al registro de Windows para su funcionamiento. Y no penséis que para «echar mano» de esta alternativa portable tendréis que cambiar el hábito de usar vuestros programas favoritos, ya que en muy posible que la mayoría de ellos tengan una versión portable. Por lo tanto os recomendamos que echéis un vistazo a la web http://portableapps.com/ donde encontraréis miles de ellas y además convenientemente clasificadas.

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Fuente: adslzone