Tanto por WhatsApp, como por Twitter y otras redes sociales, algunos adolescentes -y jóvenes- son víctimas del acoso y otro tipo de conductas delictivas. Evidentemente, en este sentido es fundamental la supervisión de un adulto cuando el adolescente utiliza Internet. No se trata de una supervisión constante, de estar pendiente de lo que está en todo momento en su pantalla, puesto que podríamos provocar un clima de desconfianza que, en ningún caso, ayudaría al adolescente a pedir ayuda cuando se sienta intimidado por algo o alguien en la Red. La prevención es la mejor solución, como nos explican casi a diario desde el Twitter del Cuerpo Nacional de Policía. Pero, cuando la prevención ya no puede surtir su efecto, lo mejor es denunciar tan pronto como sea posible.

Para ello, contamos con las herramientas propias de los diferentes servicios de Internet. Mientras que WhatsApp nos permite “bloquear” a un contacto molesto, Twitter nos permite silenciarlo, bloquearlo o incluso denunciarlo directamente a Twitter. Esta no es una denuncia legal, por lo que sólo servirá -como mucho- para que dejen de incordiarnos, pero cuando el acoso -por ejemplo- llega al extremo, es necesario denunciar el hecho a la Guardia Civil.

La Guardia Civil y los delitos informáticos

El Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil nos ofrece, a través de Internet, un servicio de contacto directo a través del cual podemos informar sobre hechos que consideremos no ajustados a la legalidad. Este escrito informativo podremos enviárselo a la Guardia Civil directamente desde Internet y facilitando tan solo un correo electrónico o número de teléfono para que se pongan en contacto con nosotros, si acaso fuese necesario. En la misma página web, la Guardia Civil nos ofrece una sección para denunciar, en la cual no podemos sino tan solo elaborar el escrito de denuncia para presentarlo de forma física.

Esta barrera supone un importante problema. En muchas ocasiones, los adolescentes temen contar a otra persona lo que les está ocurriendo. En primer lugar, puede suponer un problema el simple hecho de contárselo a un adulto cercano, pero más aún lo es tener que acudir de forma personal a la Guardia Civil, motivo por el cual esconden la realidad que les está atemorizando en Internet. Precisamente por ello, es fundamental la prevención y la educación, así como la supervisión. También podemos valernos de sistemas de software que impidan entrar a determinados sitios web al usuario del adolescente, lo que podría limitar el acceso a “contenido peligroso”. Pero una vez que todo esto ha fallado, como señalábamos, es determinante que exista una comunicación fluida, confianza, y un estricto interés por parte de los adultos que le rodean.

El DNI 3.0 será una mayor defensa para los internautas

En muchas ocasiones es este el problema que se presenta para los adolescentes a la hora de denunciar un hecho delictivo. Y es que las limitaciones de la legislación actual y, sobre todo, del documento de identidad, impiden que la denuncia se pueda hacer de la misma forma que el escrito informativo. No obstante, como ya explicó el Ministerio del Interior hace tan solo algunos días, con el DNI 3.0 podremos presentar y firmar un denuncia sin necesidad de personarnos en una comisaría de Policía, lo que sin duda agilizará los trámites y, por otra parte, pondrá más fácil a los jóvenes hacerse oír ante este tipo de situaciones. En cualquier caso, de nuevo hay que recordar que crear un clima de confianza es esencial para que los adolescentes no teman en comunicar a un adulto sobre lo que está ocurriendo.

Sin duda, el DNI 3.0 supondrá un importante paso al frente en este sentido, permitiendo que las denuncias de este tipo se puedan hacer directamente desde Internet, evitando para los más jóvenes la frialdad de una comisaría de Policía y, para los adultos, el tiempo necesario para esta tramitación y las esperas correspondientes. Pero ¿deberían tener los adolescentes más facilidades para denunciar los hechos delictivos que conocen?

 

Fuente: adslzone