Corría el mes de diciembre de 2012 cuando anunciábamos el interés de la compañía de Mark Zuckerberg por hacerse con WhatsApp. Por aquel entonces habían comenzado unas negociaciones que han culminado en febrero de 2014 en lo que ha supuesto una de las noticias más sorprendentes del año.

La adquisición, como se habló al conocerse los primeros rumores, destapó muchas críticas entre los usuarios, dado que apostaban por que Facebook introduciría publicidad en la app de mensajería para sacar la máxima rentabilidad a un producto que ha acabado comprando por una cifra mareante. Sin embargo, el propio Zuckerberg ha insistido en que éste no es el camino (por ahora) sino potenciar la aplicación para que continúe creciendo su número de usuarios.

El objetivo de la compañía es que WhatsApp siga sumando usuarios como hasta ahora

“Nuestro plan principal para los próximos años consiste en crecer y conectar a todo el mundo. Después, cuando tengamos 1.000, 2.000 o 3.000 millones de usuarios (en la actualidad cuenta con 400 millones), pensaremos en buscar la rentabilidad económica”, explicó el fundador de la red social.

No en vano, el hecho de que WhatsApp no incluya publicidad pese a ser de pago (0,89 euros) es visto como uno de los puntos fuertes de la aplicación frente a sus rivales. Su base de usuarios, en continuo crecimiento pese a las numerosas alternativas que están llegando al mercado. Otro es su solidez en muchos mercados (como el caso de España), donde los usuarios son reticentes a cambiar de app debido a que la mayoría de sus contactos solo utiliza esta plataforma de mensajería.

La empresa de Zuckerberg es consciente de que un cambio en el modelo de negocio de WhatsApp podría dar al traste con el crecimiento que ha tenido la aplicación. Así pues, éste es el motivo por el que la app seguirá como hasta ahora y tampoco se integrará con Facebook Messenger, otra de las posibilidades que se han rumoreado y que a día de hoy parecen descartadas.

 

Fuente: adslzone