“Puedo obtener acceso a su cuenta de Pandora, pero no lo haré. Puedo acceder a su Facebook, pero no lo haré. Conozco su nombre, dirección y número de teléfono. dónde va al colegio su hijo, conozco los últimos cuatro dígitos de su número de seguro social. Sé que tenía una cita al oculista la semana pasada y recién fui invitado a la boda de sus amigos. La posibilidad de robar una identidad aquí es una locura”. Estas declaraciones las ha realizado Tom Jenkins, uno de los usuarios de Yahoo que consiguió una de las cuentas recicladas.

Y es que el problema de la seguridad en el correo electrónico es un muy grave cuando hablamos de cuentas que ya habían sido utilizadas anteriormente por otros usuarios. Y aunque no lo parezca, esto es un problema nuevo, y que se irá recrudeciendo en los próximos años cuando muchísimas cuentas vayan quedando abandonadas, y haya que reciclarlas, ya que poca gente quiere tener emails con nombres impronunciables y difíciles de recordar.

Not my email

Solución

Yahoo ha sido la primera en reciclar cuentas, algo que como hemos dicho, tendrán que hacer pronto otras compañías. Para ello, la compañía de Marissa Mayer puso unos requisitos que, como hemos visto, no han sido suficientes. El primero de ellos era que la cuenta debía de estar inactiva durante un año entero. Después permanecían inactivas durante 30 días en las que Yahoo las retiraba de las listas de las que hubiesen recibidos correos e incluso informaban  a los remitentes para notificarles que la cuenta había sido desactivada. Además creó un sistema para que sitios como Facebook sólo pudieran solicitar resetear una contraseña si el usuario había confirmado el uso de la cuenta.

Pero como vemos esto no ha sido suficiente. Por ello Yahoo ha creado un botón denominado ‘Not my email’, al que es fácil acceder y en donde se pueden denunciar errores al recibir un correo que había sido dirigido al anterior usuario de la cuenta. Incluso es posible dar al botón sin tener que abrir el correo.

Parece un muy bien sistema pero que depende en último lugar del buen hacer del actual usuario, aunque se supone que la gran mayoría tendrán poco interés en saber la vida personal del antiguo propietario de esa cuenta. De todas formas en los últimos años, para evitar fraudes, sobre todo financieros, los bancos ya no envían toda la información detallada al correo, si no un enlace a su web en la que, mediante una contraseña, se puede acceder a la información más delicada.

 

Fuente: TechCrunch | FayerWayer | softzone.