Aquí entran en juego multitud de factores, entre los que podemos destacar los contenidos, disponibilidad, compatibilidad de equipos y sistemas, funcionamiento y, como no, el precio. Sin embargo, de lo que no cabe ninguna duda, al menos por el momento, es que la alternativa que ha logrado tomar cierta delantera sobre el resto de propuestas, ha sido Netflix, plataforma de vídeo streaming que en estos momentos se está acerando a los 120 millones de suscriptores en todo el mundo.
Pero claro, hay otros muchos servicios de este mismo tipo repartidos por todo el globo que también quieren hacerse un hueco en este creciente mercado, más en los tiempos que corren en los que, para muchos, el vídeo a la carta vía Internet es una excelente alternativa a la televisión convencional. Este es un crecimiento que, igual que le ha sucedido al gigante del sector, Netflix, no se produce de un día para otro, sino que lleva un tiempo.
Sin embargo, mientras que muchos usuarios individuales podrían pensar que para estas compañías streaming de menor calado, su máximo rival lo suponen los grandes como el mencionado Netflix o Amazon Prime Video, eso no es así. Muchos de los servicios de vídeo streaming legales siguen considerando que el mayor enemigo de sus plataformas sigue siendo la controvertida piratería de contenidos sujetos a derechos de autor. Y es que, para estos servicios de pago, como por ejemplo es el caso de Iflix, la piratería es el mal mayor con el que tanto esta firma, como el resto de servicios similares, tiene que luchar para lograr su crecimiento.
La piratería sigue siendo el rival a batir por el streaming legal de vídeo
De este modo lo que se quiere lograr es convencer al mayor número de internautas de todo el mundo, de que paguen por tener acceso a esos contenidos de manera lícita antes que acceder al mercado pirata. Entonces será, consideran, cuando este tipo de plataformas de vídeo por suscripción, empiecen a crecer realmente. Un buen ejemplo de todo ello es lo sucedido en el sector de la música digital, donde servicios como Spotify y similares, se ofrecen como una seria alternativa y completa a la piratería.
Gracias a todo ello, las descargas ilegales de música en estos últimos años han disminuido de manera muy importante, por lo que algo similar es lo que se quiere lograr en el sector del vídeo. De hecho, el principal objetivo de estas plataformas más humildes, a pesar de tener ya millones de suscriptores, es lograr que la gente tenga uno, dos o tres servicios de estas características. Así, podrán echar mano de una amplia variedad de contenidos multimedia desde sus dispositivos móviles, por ejemplo, todo ello por un precio ajustado y sin tener que acceder a la piratería.
Y es que estas firmas streaming de vídeo que están en pleno crecimiento, consideran que el mercado disponible es lo suficientemente amplio para que muchas de ellas puedan hacerse un sitio, pero claro, siempre y cuando logren que la piratería disminuya en gran medida.
A todo esto hay que sumarle que en el mundo están apareciendo una buena cantidad de nuevos mercados emergentes en los que este tipo de servicios quieren entrar, mercados en los que poco a poco está llegando y se está asentando el sector de la movilidad e Internet de cierta calidad.
En principio se cree que estos nuevos internautas no deberían estar demasiado interesados en la piratería, siempre y cuando se les ofrezca una alternativa asequible y de calidad, como es evidente, mercado en el que muchas firmas están confiando plenamente para su crecimiento en el futuro, y no solo las relacionadas con los contenidos multimedia.
De hecho, según se ha afirmado en más de una ocasión, los usuarios que echan mano de manera habitual de la piratería, ya sea en los países emergentes, o no tanto, es porque de momento no disponen de otra alternativa mejor o que al menos consideren como asequible, tanto en precio como en contenidos, algo que las pequeñas compañías de vídeo quieren solucionar para hacerse un hueco importante.
