Inicialmente se estrenó junto a móviles baratos, y evidentemente con especificaciones técnicas de gama baja. Después ha llegado a otros segmentos, con terminales como el Xiaomi Mi A1, dentro de la gama media. Y la diferencia principal, con respecto a Android en sus versiones estándar, está en que los terminales que llevan Android One reciben soporte directo de Google. Es decir, que no es el fabricante o el operador el que en última instancia lanza la actualización de software para el dispositivo, sino que el sistema de actualizaciones es gestionado de forma directa por Google.

Android One es sinónimo de actualizaciones: más, y más rápido que en versiones estándar

El tratamiento que hace Google sobre los dispositivos con Android One es muy similar al de los Nexus y Pixel. Es la propia compañía de Mountain View la que lanza las nuevas versiones vía OTA. No tan rápido como en los Nexus y Pixel, pero casi. Y sobre todo, que hay una garantía de soporte de dos años desde el lanzamiento del dispositivo, algo que no ocurre en las versiones estándar de Android, porque depende del fabricante del teléfono inteligente o la tableta.

Y por supuesto, Android One puede ser utilizado por cualquier fabricante. Xiaomi, BQ y HTC son algunas de las marcas que han lanzado modelos con este ‘sabor’ de Android en nuestro país, pero en la India son muchos otros fabricantes los que se han apuntado al programa. En cuanto a la experiencia de uso, las funciones y características del sistema operativo, es todo exactamente igual, pero siempre sin la capa de personalización del fabricante, y sin las aplicaciones denominadas bloatware.

 

Fuente: adslzone